Vómito en gatos: causas y qué hacer

Para entender las causas de los vómitos en gatos primero tenemos que entender cuáles son los tipos de vómitos que existen en estos felinos. Por ello, los vómitos se pueden clasificar en función de dos criterios:

• Por su cronicidad
• Por su apariencia

Tipos de vómitos en gatos según su cronicidad

En base a la cronicidad del proceso, se pueden distinguir dos tipos de vómitos:

• Vómitos agudos: cuando duran menos de 4-5 días.
• Vómitos crónicos: cuando duran más de 5 días, o cuando aparecen de forma recurrente.

Tipos de vómitos en función de su apariencia

Por otra parte, los vómitos en gatos se pueden clasificar en función de la apariencia en los siguientes tipos:

• Vómito alimenticio: es un vómito de gato sólido, que contiene alimento sin digerir o parcialmente digerido. Sus causas pueden ser muy variadas.
• Vómito sin contenido alimenticio: generalmente se trata de un vómito en gatos transparente. Se produce con el estómago vacío, de ahí que no contenga alimentos. Al igual que el vómito alimenticio, sus causas pueden ser muy variadas.
• Vómito bilioso: es un vómito en gatos amarillo, que presenta ese color debido a la pigmentación que producen las sales biliares. Suele asociarse a la existencia de reflujo duodenogástrico o de enteritis de intestino delgado.
• Vómito con sangre fresca: suele ser un vómito rosa en gatos, o un vómito con pequeños hilos de sangre sin digerir (rojiza). En procesos agudos, es relativamente frecuente que se produzcan este tipo de vómitos, debido a la irritación de la mucosa digestiva.
• Vómito con sangre digerida: se denomina comúnmente “vómito en posos de café” debido a que presentan un color de marrón oscuro a negro. La presencia de sangre digerida suele suponer una mayor gravedad que la presencia de sangre fresca. Suele asociarse a la existencia de úlceras gastrointestinales, tumores o gastritis hemorrágicas.
• Vómito estercoráceo o fecaloideo: son vómitos que tienen una apariencia y un olor similar al de las heces. Suele asociarse a situaciones graves, como obstrucciones intestinales o íleo paralítico.
• Vómito en proyectil: es un vómito muy impulsivo que se puede confundir con una regurgitación, puesto que no suele ir precedido de náuseas ni arcadas. Suele producirse por obstrucciones del píloro (esfínter que une el estómago con el intestino delgado) o de las primeras porciones del intestino delgado.

¿Es lo mismo un vómito que una regurgitación?

En este punto, conviene aclarar que, aunque el vómito y la regurgitación cursen de forma parecida, en realidad son fenómenos diferentes que están desencadenados por causas distintas.

Mientras que el vómito en gatos es un fenómeno de carácter activo, por el que se expulsa el contenido del estómago y de las primeras porciones del intestino delgado, la regurgitación es un proceso pasivo, por el que se expulsa el material ingerido (comida o saliva) antes de que este alcance el estómago.

Diferenciar el vómito de la regurgitación no suele ser una tarea fácil, aunque existen ciertos datos que nos ayudan a diferenciar estos procesos:

• La regurgitación nunca va precedida de signos previos, sino que aparece directamente, de forma brusca. Sin embargo, el vómito suele ir precedido de signos previos: las náuseas y las arcadas.
• La regurgitación únicamente contiene alimento y saliva, mientras que el vómito puede contener además bilis y jugos gástricos.
• Si pudiésemos medir el pH, observaríamos que la regurgitación tiene un pH alcalino, mientras que el vómito tiene un pH ácido.

Además, como hemos dicho, estos procesos están producidos por causas diferentes. La regurgitación suele estar asociada a enfermedades del esófago (como esofagitis, dilataciones esofágicas u obstrucciones esofágicas), mientras que el vómito en gatos es un fenómeno que puede aparecer por causas muy diversas (intoxicaciones, infecciones, patologías digestivas, patologías neurológicas, etc.).

En el siguiente apartado, explicamos con más detalle cuáles son las causas que pueden desencadenar el vómito en gatos.

Es habitual que asociemos el vómito a la existencia de una enfermedad gástrica (del estómago), sin embargo, existen multitud de causas fuera del estómago, e incluso fuera del aparato digestivo, que pueden provocar el vómito en los gatos. Te las contamos a continuación:

• Excitación directa del centro del vómito: el centro del vómito es un área de receptores situada en el bulbo raquídeo, cuya estimulación desencadena el vómito en gatos. Esta excitación se puede producir por procesos inflamatorios del sistema nervioso central, edema cerebral, hemorragias cerebrales, etc. También puede deberse a la presencia de sustancias químicas en la sangre capaces de estimular el centro del vómito (como tóxicos, toxinas bacterianas, anestésicos generales, fármacos eméticos -apomorfina-, o glucósidos cardiacos -digoxina-).
• Causas psicógenas: como miedo, estrés o dolor. En este caso, se suele hablar de “vómito psicógeno”.
• Enfermedades o alteraciones metabólicas: como la diabetes, el hipertiroidismo o la enfermedad renal crónica. Esta última suele ser una de las principales causas de vómito en gatos mayores.
• Estimulación de los receptores del dolor en vísceras abdominales: en casos de peritonitis, prostatitis, pancreatitis, piómetra etc.
• Enfermedades infecciosas y parasitarias: causadas por virus, bacterias, protozoos, nematodos, etc.
• Enfermedades digestivas: ya sea a nivel del estómago (gastritis, cuerpos extraños, neoplasias, sobrecarga gástrica, etc.), a nivel del intestino delgado (enteritis, obstrucciones intestinales, etc.) o a nivel del intestino grueso (colitis, estreñimiento, etc.)

Investigar la causa por que vomitan los gatos será fundamental para poder instaurar un tratamiento apropiado y conseguir la pronta recuperación del animal. Para ello, vamos a ver a continuación cuáles son los síntomas que acompañan el vómito en gatos y así saber cuál es el cuadro sintomatológico total.

Ahora que sabemos por qué los gatos vomitan, es preciso que expliquemos cómo debemos actuar cuando nuestro gato presente este síntoma.

La forma de actuar va a depender fundamentalmente de la gravedad con la que se presente el cuadro de vómitos y del tipo de vómitos de que se trate. La aparición de un vómito de forma aislada, generalmente no tiene mayor importancia y no requiere la instauración de ningún tratamiento específico.

Sin embargo, existen ciertos aspectos que indican que la gravedad del cuadro puede ser mayor, como son:

• La aparición de vómitos de forma muy aguda (muchos vómitos en un corto periodo de tiempo).
• La existencia de vómitos de forma prolongada en el tiempo, o de manera recurrente.
• La aparición de vómitos con sangre digerida, vómitos fecaloideos (con apariencia de heces) o vómitos en proyectil.

En cualquier de estos casos, es importante acudir cuando antes a un centro veterinario, puesto que lo más probable es que sea necesario instaurar un tratamiento específico y, en casos graves, incluso hospitalizar al animal. Explicamos más sobre el tratamiento del vómito en gatos en el siguiente apartado.

El tratamiento del vómito en gatos también va a depender de la causa que lo esté desencadenando y de la gravedad del cuadro.

En casos graves, en los que los pacientes están muy deshidrataos y tienen importantes desequilibrios electrólitos, será necesario hospitalizar al animal para instaurar una fluidoterapia que permita corregir estas alteraciones. Además, siempre que se conozca la causa que está originando los vómitos, deberá instaurarse un tratamiento específico. En los casos en los que sea necesario, deberá plantearse un abordaje quirúrgico (por ejemplo, en caso de obstrucciones gastrointestinales, tumores, piometras, etc.).

En los casos menos graves de los vómitos en gatos, suele instaurarse un tratamiento ambulatorio (en casa) basado en:

• La rehidratación por vía oral: mediante sueros especialmente formulados para su uso en pequeños animales.
• La instauración de un tratamiento dietético: durante muchos años, se recomendó realizar periodos de ayuno de unas 12-24 horas, con el fin de favorecer la restauración de la mucosa digestiva dañada. Sin embargo, en la actualidad sabemos que el ayuno retrasa la recuperación del aparato digestivo, y que la mejor opción es instaurar una dieta blanda (ya sea comercial o casera), que sea muy digestible, baja en grasa y con poca fibra. Además, es recomendable repartir la ración diaria en varias tomas al día (4-5 tomas) para evitar la sobrecarga del aparato digestivo.
• La instauración de un tratamiento específico: en función de la causa, se podrán administrar antibióticos, antiparasitarios, antisecretores, protectores de la mucosa gástrica, procinéticos, corticoides, etc.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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