¿Un gato puede morir por anestesia?
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Si tu gato tiene que ser sometido a una cirugía, ya sea preventiva (como una castración) o terapéutica, es normal sentirse nervioso los días previos, pues por mucha experiencia que tengan los veterinarios, es innegable que toda cirugía entraña cierto riesgo. Uno de estos riesgos reside en el proceso anestésico, que también es foco de preocupación para muchos tutores. La anestesia general, evidentemente, es necesaria para la realización de un gran número de cirugías pues evita que el animal sienta ningún tipo de dolor e impide que se mueva y que tenga recuerdos del momento, ya que recordar la manipulación llevada a cabo durante el procedimiento le resultaría tremendamente estresante.
A pesar de las innumerables ventajas de la anestesia y del índice de seguridad que garantizan hoy en día los fármacos anestésicos, la administración de este tipo de productos siempre conlleva un margen de riesgo y el momento de dormir y despertar al animal antes y después de la operación es muy delicado y debe hacerse con gran profesionalidad. Si te preocupa que tu peludo pueda morir debido a la anestesia, no te pierdas este artículo de ExpertoAnimal en el que resolveremos todas tus dudas sobre si un gato puede morir por anestesia o no.
¿Un gato puede morir por anestesia o no?
En teoría, sí, un gato puede morir por anestesia. Aun así, hay que matizar que cualquier animal puede llegar a morir como consecuencia de un procedimiento anestésico, pero esto no debe alarmarte porque el hecho de que exista esta posibilidad no significa, ni mucho menos, que le vaya a ocurrir a tu peludo.
El nivel de riesgo anestésico sobre un paciente varía en función de una serie de factores que hacen al animal más o menos susceptible a sufrir complicaciones:
- Factores referentes al propio animal: entre los que destacan su peso, su edad y la presencia o ausencia de otras alteraciones médicas. Esto quiere decir que un gato anciano, con obesidad o que tenga, por ejemplo, problemas cardíacos o hepáticos tiene más riesgo de fallecer como consecuencia del efecto de un fármaco anestésico. Ante estos casos, el veterinario realizará una seria de pruebas preanestésicas y monitorizará constantemente al felino para que no le ocurra nada, revirtiendo la anestesia en caso de que sospeche de algún peligro.
- Factor humano: en el que se incluye la habilidad y experiencia del propio cirujano y las decisiones que tome en cuanto a utilización de fármacos, dosis, etc. En este sentido, no debes preocuparte, pues aunque todos podemos cometer errores, los veterinarios son grandes profesionales muy bien formados que saben lo que hacen. Igualmente, si te preocupa saber quién operará a tu peludo, te recomendamos informarte bien sobre la cirugía a realizar, buscar centros de referencia y solicitar una cita previa para conocer al equipo veterinario, ¡estarán encantados de atenderte!
Problemas de la anestesia en gatos
Los principales riesgos que entraña la anestesia en gatos son de tipo respiratorio y cardiovascular. Debemos tener en cuenta que, en el momento de inducir una anestesia, el sistema respiratorio y cardíaco del animal se deprime y se pierden los reflejos.
Por este motivo, es imprescindible llevar a cabo una monitorización de las constantes del felino antes, durante y después de la cirugía.
- Complicaciones respiratorias: derivadas de la anestesia, son las más frecuentes y para controlar la correcta ventilación del animal, se le suele coloca un tubo endotraqueal. En el caso de los gatos, la intubación debe hacerse con mucho cuidado ya que estos animales tienen el reflejo laríngeo muy desarrollado y sus vías aéreas son pequeñas y muy sensibles. Por otra parte, el tutor del gato debe asegurarse de que el animal haya ayunado durante las horas previas a la cirugía, ya que muchos fármacos anestésicos inducen el vómito, lo que puede resultar muy peligroso, especialmente si el felino se encuentra intubado. Tienes más detalles en "¿Puede beber agua un gato antes de operarse?".
- Complicaciones cardíacas: son algo menos frecuentes en gatos e incluyen la aparición de arritmias (taquicardia o bradicardia), así como de hipo e hipertensión.
Por último, debemos hablar de la hipotermia, ya que es otra de las complicaciones anestésicas más frecuentes en felinos. Muchos anestésicos afectan a la capacidad de termorregulación del animal y esto, sumado a la administración de fluidos y al contacto con superficies frías (como la mesa de quirófano), hace que el gato pueda perder calor con relativa facilidad. Para evitar este problemas los veterinarios suelen utilizar mantas térmicas o sueros templados.
Efectos secundarios después de la anestesia en gatos
Una vez superada la cirugía, el animal todavía no está completamente fuera de peligro, pues debe superar con éxito el proceso postoperatorio. La recuperación anestésica se define como el tiempo que transcurre desde el momento en que se deja de administrar anestesia al animal.
Este periodo es crítico, en especial las dos o tres primeras horas, en la que es importante que el gato se quede bajo supervisión veterinaria, sobre todo si ha sido sometido a una operación complicada, larga o muy traumática.
Una vez el animal comienza a despertar, es muy habitual que se encuentre desorientado y mareado como consecuencia del efecto de la anestesia. Las horas siguientes a la cirugía, el gato puede presentar signos de cansancio y de apatía y puede mostrarse algo inquieto o agobiado, especialmente cuando trata de caminar y no logra hacerlo con soltura. Por otra parte, si durante la operación el gato ha sido intubado, es posible que presente una leve tos seca o que sienta molestias en la garganta durante unos días.
Afortunadamente, una vez el animal se ha despertado por completo y queda fuera de peligro, suele recuperarse muy rápidamente de la anestesia y vuelve a hacer vida normal a las pocas horas.
Como ves, un gato puede morir por anestesia porque existen riesgos. Es por ello que tenemos que ponernos en las mejores manos y revisar bien quien va a operar a nuestro felino. Puede que te interese echarle un vistazo al siguiente artículo sobre "¿Cuánto tarda un gato en recuperarse de una operación?".
Mi gato murió por anestesia, ¿qué hago?
Si, por desgracia, tu gato fue sometido a una cirugía y no la superó, lo primero que debes haces es hablar con el veterinario que realizó el procedimiento. A pesar de que su equipo te pueda explicar lo ocurrido, siempre es mejor que sea el propio cirujano encargado de la operación y, en su caso, el anestesista, quienes te expliquen qué es lo que ha ocurrido. Como hemos comentado, toda cirugía, incluso la más sencilla, tiene sus riesgos y aunque la operación haya sido satisfactoria, las horas posteriores también son muy delicadas.
Tras recibir el testimonio del veterinario, siempre puedes optar por pedir una segunda opinión o someter a tu animal a una necropsia si no quedas satisfecho con la explicación de los hechos o si sospechas que pueda haberse cometido algún error médico. En este caso, un patólogo examinará al gato y redactará un informe que te hará llegar, especificando sus hallazgos y las causas más probables del fallecimiento del animal.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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