Rabia en conejos - Síntomas y tratamiento

La rabia es una enfermedad vírica que puede afectar al sistema nervioso central de cualquier animal de sangre caliente. Está especialmente descrita en perros, humanos, bóvidos, murciélagos, équidos o gatos y también puede afectar a zorros, mapaches, conejos o ratones. Una vez el virus entra en el cuerpo, puede permanecer un tiempo en el lugar de entrada para, después, desplazarse por los nervios hasta el cerebro, causando una encefalitis y dando inicio al cuadro clínico. Del cerebro vuelve a desplazarse hasta la boca, concretamente a las glándulas salivales, también siguiendo los nervios. Pero, ¿cómo se contagia la rabia? A través de la saliva, bien penetrando mediante mordiscos, bien introduciéndose a partir de heridas o mucosa (boca, nariz, ojos). La infección puede darse, además, por inhalación.

El animal afectado por rabia va a permanecer asintomático durante un período variable de incubación (que puede durar meses). Una vez comienza la sintomatología es imposible evitar la muerte. Es importante saber que es muy improbable que se dé la rabia en conejos. Aun así, veremos sus síntomas más comunes en el siguiente apartado.

En primer lugar, hay que saber que esta enfermedad puede darse en dos presentaciones: rabia furiosa y rabia paralítica o muda. Comienza con una fase inicial o prodrómica que dura unos cuantos días en los que los síntomas van a ser sutiles. Los signos de la rabia en conejos según sus modalidades son las siguientes:

• Rabia furiosa: cuando el virus provoca la encefalitis lo primero que se manifiesta es un cambio en el comportamiento del animal. Aquellos que eran tímidos pierden el miedo, mientras que los cariñosos van a presentar hostilidad e incluso agresividad, lo que constituye el comportamiento más peligroso, ya que es atacando y mordiendo como van a poder contagiar a otros animales. Los ataques se desencadenan sin que medie ningún estímulo. Esta ansiedad y agresividad puede alternarse con períodos de depresión. El animal enfermo también puede presentar afectación de los músculos faciales, lo que le va a dificultar comer y beber, debilidad o convulsiones. Cuando el trastorno paraliza los músculos respiratorios, el animal muere.
• Rabia paralítica o muda: los animales afectados aparecen deprimidos y extrañamente dóciles. En estos casos, se observa parálisis en cara, garganta y cuello, la boca aparece abierta y la lengua cuelga. El animal es incapaz de tragar saliva o alimentarse. Por ello, se observa que el conejo babea constantemente. Además, la parálisis puede afectar a las patas traseras, extendiéndose al resto del cuerpo y acabando por provocar coma y muerte. A veces la parálisis es el único síntoma de la rabia en conejos.

En ocasiones, el animal se muerde en el punto de entrada del virus. Hay que saber que, primero, una vez se manifiesta alguno de estos síntomas, la muerte es inevitable, de hecho, la rabia, y también la rabia en conejos, no se trata. Segundo, en ocasiones el animal ni llega a desarrollar todo el cuadro clínico, sino que fallece directamente, de manera que, aparentemente, el conejo muere repentinamente..

Los animales en los que se confirma el diagnóstico de rabia no se tratan, en primer lugar porque no hay fármacos que eliminen los virus y, también, porque la rabia es una enfermedad susceptible de ser transmitida al ser humano (es una zoonosis), por lo que los animales enfermos que pueden contagiarla son eutanasiados y es obligatorio informar del caso a las autoridades correspondientes. Aunque en Europa se considera una enfermedad erradicada, en Asia y África la rabia es responsable de miles de muertes de personas cada año, principalmente contagiadas por mordeduras de perros, en países donde no hay programas de vacunación ni higiene (la limpieza en profundidad del mordisco puede evitar el desarrollo de la rabia), ni la población puede acceder a profilaxis tras la mordedura por su precio prohibitivo en comparación con sus salarios. En América, se considera una enfermedad controlada. Por lo tanto, la única forma de combatir la rabia es la prevención mediante la vacunación. En el caso de la rabia en conejos, no se suele vacunar por las siguientes razones:

• La rabia es muy improbable en conejos. Su contagio, como decimos, se produce por mordedura y es difícil que un conejo sobreviva al ataque de un depredador, por lo tanto, no va a desarrollar la enfermedad.
• Nuestros conejos viven usualmente en interior o tienen un acceso controlado al exterior, de forma que es muy difícil que sean mordidos por otros animales. Por ello, sus vacunas consideradas obligatorias son solo contra la mixomatosis y la fiebre hemorrágica, ya que estas afecciones sí las podría contraer aun viviendo en interior.
• La vacuna contra la rabia en conejos podría provocar efectos secundarios que, no estando la enfermedad extendida en estos animales, no hay por qué causar. Con las vacunas, como con cualquier medicación, siempre hay que valorar los pros y los contras.

Por todo ello, no es obligatorio vacunar de la rabia a los conejos.

Si a pesar de la improbabilidad tenemos la sospecha de que nuestro conejo puede presentar rabia, debemos acudir a nuestro veterinario, ya que será él quien deba confirmar o refutar el diagnóstico. De darse rabia en un conejo, el veterinario deberá informar a las autoridades competentes y sacrificar al animal. Debemos consultarle las medidas a adoptar si tenemos otros animales en casa. Si el conejo nos hubiese mordido, además de lavarnos en profundidad la herida utilizando agua y jabón, tendremos que acudir a urgencias para que nos administren las medidas profilácticas. Estas recomendaciones tienen especial relevancia en zonas donde la rabia es endémica. En Europa y América sería muy raro que se diese un contagio.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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