¿Por qué mi perro no quiere comer pienso?

Los cachorros deben alimentarse de leche materna y permanecer junto a su madre y hermanos al menos durante las primeras ocho semanas de vida. No es solo por la nutrición, sino también para su equilibrio futuro, ya que la convivencia con madre y camada es muy importante para forjar la personalidad. No obstante, a partir de las 4-5 semanas al cachorro se le pueden empezar a ofrecer alimentos sólidos formulados específicamente para esta etapa. El pienso para cachorros es una buena opción, pero el destete tiene que ser progresivo, de lo contrario es posible que surjan problemas de aceptación. Estas son las causas principales que justifican que un cachorro no coma pienso:

• Tránsito inadecuado de la leche al pienso, por ejemplo, si se ofrece el pienso directamente. Hay que darlo de manera paulatina y mientras se sigue tomando leche. Los cachorros no deben separarse de su madre hasta que coman por sí solos y acepten perfectamente la alimentación sólida.
• Presentación incorrecta, pues puede que el cachorro todavía no esté preparado para ingerir el pienso duro y necesite una textura más blanda, que puede conseguirse humedeciendo el pienso.

Una vez que el cachorro deja la leche y acepta el pienso, también podrían surgir rechazos, al igual que en los perros adultos, como explicamos en el siguiente apartado.

Hay diferentes causas que pueden explicar por qué un perro no quiere comer alimento concentrado o balanceado como el pienso. Lo primero es descartar patologías cuyo origen puede ser físico o psicológico. Una vez comprobado que está completamente sano, si le ofreces otra comida a tu perro, como alimento enlatado o natural, y la ingiere sin problema, puedes pensar que, simplemente, no quiere el pienso.

No obstante, las anteriores no son las única causas, por lo que, a continuación, mostramos los motivos más habituales que explican el rechazo al pienso:

• Mala selección, si escogemos un pienso de baja calidad o que no es del agrado del perro. Otras veces, el rechazo se da cuando se quiere cambiar a un pienso formulado para una dieta específica, por ejemplo, para problemas renales o para adelgazar.
• Modificación de la dieta sin el período de adaptación, es decir, si el perro está acostumbrado a otra alimentación y, de repente, le damos el pienso, es muy probable que lo rechace.
• Dieta mixta, que se produce cuando, además del pienso, al perro le damos, aunque sea en pequeña cantidad, alimentos naturales o comida casera. En estos casos, es posible que rechace el pienso, al resultarle más apetecible nuestra comida. Recuerda que aunque a nosotros nos parezca un pequeño trozo, es posible que con él estemos cubriendo buena parte de las calorías que el perro necesita al día, con lo que no le quedará hambre para el pienso. Establecer una dieta mixta en la que unos días se ofrezca pienso y otros comida casera es correcto, siempre y cuando ambos tipos de alimentación estén bien formulados y equilibrados como para cubrir las necesidades nutricionales del animal. Si, como decimos, siente que con el pienso no cubre sus necesidades, es normal que demande más comida casera y rechace comer pienso.
• Exceso de comida, siendo importante que distingamos si el perro no come o si, al contrario, deja comida porque le estamos dando una cantidad excesiva. Sigue las indicaciones del fabricante en cuanto a las raciones y ajústalas a la actividad y a la condición corporal de tu perro.

Estos consejos para que tu perro acepte el pienso son aplicables a ejemplares sanos. Recuerda que si sospechas que tu can puede estar sufriendo cualquier problema de salud, lo primero siempre es acudir al veterinario. Dicho esto, si tu perro no quiere comer pienso, sigue estos consejos:

• Ofrece el pienso de manera progresiva, incrementando poco a poco la cantidad dada, mientras disminuyes la de la antigua dieta.
• Escoge un pienso de calidad, tómate tu tiempo en revisar los ingredientes y encuentra la mejor opción para tu perro en función de sus características y etapa vital. En la actualidad, puedes decantarte por un pienso personalizado, adaptado en especial a tu perro, como el que te ofrece Barkyn, fabricado con ingredientes naturales. Barkyn es una marca de piensos para perros que funciona mediante suscripción, por lo que cada mes (o la frecuencia de tiempo escogida) te llega a tu hogar el alimento adaptado a tu perro. A la hora de suscribirte, puedes escoger entre tres planes distintos (Pop, Premium y Natura), con porcentajes de carne diferentes y uno de ellos totalmente libre de cereales. Una vez iniciada la suscripción, además, tendrás acceso a su tienda privada, a través de la cual podrás comprar suplementos, snacks, aceite de salmón, juguetes o comida húmeda. Si te apetece probar el pienso Barkyn, disponemos de un código con el que obtendrás un 50 % de descuento en tu primer pedido: EXPERTOANIMAL.
• Respeta la ración marcada por el fabricante. Una vez consigas que el perro coma bien, puedes disminuirla o incrementarla dentro de los márgenes que se indican si el perro adelgaza o engorda.
• Puedes darle una o varias veces al día, también teniendo en cuenta su edad, pero es importante que respetes siempre el mismo o similar horario. Los perros necesitan previsibilidad y agradecen las rutinas.
• No le des otros alimentos, especialmente si debe comer el pienso como parte de un tratamiento médico.
• Ponle su comedero y espera unos 15 minutos. Transcurrido ese tiempo, retíralo. No le ofrezcas más hasta la siguiente toma, en la que puedes darle la ración correspondiente más lo que ha dejado.
• Si siguiendo escrupulosamente todas estas medidas el perro sigue sin comer, hay que acudir al veterinario. Sobre todo si el pienso que debe consumir forma parte del tratamiento de una enfermedad.

Si tu perro está sano y el problema reside en que no le gusta el pienso, no hay ningún problema en ofrecerle una dieta totalmente casera. Eso sí, recomendamos acudir a un veterinario especializado en nutrición para que te asesore y ayude a fijar una dieta equilibrada.

¿Con qué mezclar el pienso de mi perro?

Para ayudar a la aceptación del pienso, sobre todo en el caso de ejemplares que están acostumbrados a tomar comida casera o se encuentran en período de convalecencia, podemos recurrir a una serie de trucos muy sencillos. Aunque intuitivamente los cuidadores acostumbran a mezclar el pienso con comida húmeda o casera, lo cierto es que esta opción no es la más adecuada, ya que son alimentos que van a digerirse en distintos tiempos, lo que puede originar molestias digestivas. Al contrario, sí puedes recurrir a trucos como los siguientes:

• Humedecer el pienso mojándolo con agua tibia para ablandarlo e hidratarlo, lo que resulta en una textura más atractiva y fácil de comer para algunos perros. Además, la temperatura estimula su olfato, haciendo la comida más apetecible.
• Si no hay ninguna contraindicación veterinaria, en vez de agua puede utilizarse caldo de carne o de pescado sin sal ni ningún otro condimento o grasa.
• Recurrir a los Barkyn flavours, que sirven para añadir al pienso y darle una explosión de sabor, especialmente recomendado en perros que muestran poco apetito, se están recuperando de una enfermedad o de una operación o, simplemente, queremos celebrar un día determinado ofreciéndoles un menú especial. Se trata de un aderezo complementario a su comida y elaborado a base de carne o pescado, verduras y agua. No contienen cereales, están hechos con ingredientes 100 % naturales, sin aditivos ni conservantes.

Son muchas las patologías que cursan con inapetencia. Que un día o dos a nuestro perro le cueste comer, si es un adulto y está sano, puede ser un trastorno puntual no preocupante. Lo mismo sucede si se encuentra en período de recuperación tras haber estado enfermo. Pero si convivimos con un cachorro, un animal de edad avanzada o un ejemplar que tiene ya alguna patología diagnosticada, hay que llamar al veterinario. También si el perro no come pienso y está muy delgado, vomita, está deshidratado o, en general, muestra cualquier otro signo compatible con enfermedad o el perro de repente no quiere comer pienso ni acepta ninguna otra comida, incluso su favorita. También es importante acudir a un profesional si sospechas que la inapetencia es de origen psicológico, pues es tratable y, además, siempre hay que descartar primero una causa orgánica.

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