Mi perro se muerde las uñas: causas y qué hacer

Una uña rota, encarnada, curvada o demasiado larga puede generar incomodidad o incluso dolor en los perros, así como cojera o dificultades para moverse. En estos casos, es posible que tu perro se muerda las uñas en el intento de obtener cierto alivio a estas molestias.

Además, dependiendo del tipo de problema en las uñas y su causa, tu perro también puede manifestar síntomas como:

• Pus, secreción o costras alrededor de las uñas.
• Sensibilidad en las patas.
• Hinchazón y enrojecimiento en toda la pata o solamente en el dedo afectado.
• Cambios en el color o la estructura de las uñas.
• Sangrado tópico.

¿Qué hacer?

Los problemas en las uñas de los perros tienen causas muy diversas, que van desde traumas leves durante un paseo o una sesión de juegos, hasta infecciones y trastornos metabólicos e autoinmunes. Por ejemplo, el hipotiroidismo en perros puede conllevar a trastornos en el crecimiento del pelo, la piel y las uñas, volviéndolas más débiles y propensas al quiebre. Por ello, al reconocer cualquiera de los anteriores síntomas en tu perro, será esencial acudir rápidamente al veterinario. Este profesional podrá hacer las pruebas que sean necesarias para dar con la causa del problema y prescribir el tratamiento más adecuado.

En materia de prevención, es importante que revises regularmente la longitud de las uñas de tu perro para identificar cuándo es necesario cortarlas. Y si no sabes cómo hacerlo, aquí te lo explicamos: "Cómo cortar las uñas a un perro en casa".

La heridas y lesiones en las almohadillas de los perros también suelen provocar dolor, ardor y dificultades de locomoción. Así pues, pueden ser la causa de por qué tu perro se lame las almohadillas insistentemente o incluso se muerde las uñas para sentirse un poco más aliviado.

Otra posibilidad es que las almohadillas de tu peludo estén muy resecas, lo que puede deberse a factores internos o externos a su organismo. Por ejemplo, el frío o el calor intenso pueden favorecer el agrietamiento de la zona plantar, así como el contacto con superficies áridas o pedregosas.

¿Qué hacer?

El primer paso será revisar las almohadillas de tu perro en búsqueda de cualquier alteración en su estructura y textura. Si allí identificas un cuerpo extraño (por ejemplo, una espina) o una herida leve, te enseñamos cómo curarlas correctamente en el siguiente artículo: “¿Cómo curar heridas en las almohadillas de los perros?”.

Por otro lado, si reconoces signos de resequedad o agrietamiento en esta región plantar, te aconsejamos reforzar su hidratación con productos naturales, como puede ser el aceite de coco o el aloe vera. Para aprender más sobre las propiedades cicatrizantes, analgésicas y regeneradoras de esta planta, echa un vistazo a: “Aloe vera para las almohadillas de los perros”.

Hay varios tipos de dermatitis en perros que pueden producir síntomas dermatológicos de forma tópica o generalizada. Algunas de ellas se concentran en las patas, como la pododermatitis canina, o incluso una dermatitis por contacto, cuando el can se expone directamente a algún alérgeno o elemento irritante a través de sus extremidades.

Estos cuadros de inflamación en la piel pueden manifestarse mediante erosiones, úlceras, nódulos, vesículas, etc. Pero, por lo general, todas las dermatitis hacen que los perros tengan la piel enrojecida y un intenso picor o comezón. En consecuencia, es muy común que se rasquen y se laman constantemente para obtener cierto alivio. Y cuando los síntomas se concentran en las patas y, principalmente en la región entre los dedos, es posible que también muerdan las uñas con este mismo propósito.

¿Qué hacer?

Las dermatitis en perros también tienen múltiples causas que van desde alergias alimentarias hasta factores genéticos. El tratamiento para cada caso depende fundamentalmente de la identificación de la causa especifica de la inflamación dérmica. Por ende, el primer paso es siempre acudir al veterinario.

La presencia de ectoparásitos en las patas o entre los dedos también puede explicar por qué tu perro se muerde las uñas. Ello es así porque estos pequeños invasores pican o se adhieren muy fuertemente a la piel del can, para poder succionar su sangre que les sirve de alimento.

Más allá del riesgo de contraer numerosas enfermedades, para el perro esta situación suele traducirse en un intenso picor y lesiones en la piel. Además, las picaduras de pulgas, mosquitos y moscas, así como el contacto con los ácaros, pueden ser causantes de dermatitis y otros problemas dermatológicos. Y para intentar liberarse de estas molestias, los perros frecuentemente se rascan, se lamen las patas e incluso se muerden las uñas.

¿Qué hacer?

Afortunadamente, existe una gran variedad de productos antiparásitos disponibles en el mercado. Para combatir una infestación de ectoparásitos ya existente, muchas veces, se da preferencia a las pipetas que se aplican directamente sobre la piel del can, como estas de Frontline, que puedes encontrar en Amazon: Comprar pipetas Frontline. Así mismo, es importante que la determinación del mejor tratamiento para cada caso sea orientada por un veterinario.

De todas formas, lo mejor es evitar que tu perro venga a padecer de cualquier síntoma generado por parásitos internos o externos. Para ello, resulta fundamental realizar las desparasitaciones periódicas con productos compatibles con su edad y peso corporal. Para profundizar en este tema, te recomendamos la siguiente lectura: “¿Cómo desparasitar a un perro?”.

Lamentablemente, en muchos casos, el significado de que un perro se muerda las uñas está relacionado con una exposición sistemática a circunstancia negativas que le generan miedo, estrés o ansiedad. Al igual que los humanos, los canes pueden llegar a encontrar en esta conducta (la de morderse las uñas) una válvula de escape a una sobrecarga emocional o un exceso energético.

En los perros, ello frecuentemente se manifiesta en consecuencia de un estilo de vida sedentario en un ambiente empobrecido. Básicamente, cuando un perro no encuentra medios apropiados para gastar energía y entretenerse, tarde o temprano, recurrirá a lo que esté a su alcance para suplir sus necesidades físicas y cognitivas. Es ahí cuando suelen aparecer conductas poco deseables o inusuales, como revirar la basura o romper cosas dentro del hogar. No obstante, la tensión acumulada en estos contextos, a largo plazo, puede conducir a la intensificación de conductas instintivas o naturales en los perros, como escarbar, lamerse, rascarse o incluso morderse las uñas. De hecho, el estrés es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de estereotipias en perros.

Así mismo, los comportamientos estereotipados y el trastorno obsesivo-compulsivo en perros pueden manifestarse en consecuencia de experiencias traumáticas. Es por ello que los perros que han sido víctimas de cualquier tipo de maltrato son más propensos a padecer estos trastornos.

¿Qué hacer?

Si tu perro ya manifiesta síntomas de estrés o conductas estereotipadas, lo primero será consultar con un veterinario etólogo. Este profesional evaluará signos físicos y comportamentales para identificar la causa de estos trastornos en tu mejor amigo y, en función de ello, establecer pautas de tratamiento compatibles con sus necesidades. Además, puedes consultar algunos consejos esenciales para el manejo del estrés en perros en el siguiente artículo: “¿Qué hacer si mi perro está estresado?”.

Por otro lado, para prevenir el aburrimiento y estrés en perros, es esencial prestar atención a las siguientes pautas:

• Actividad física. Todo perro debería realizar al menos 3 paseos diarios, de entre 20 y 45 minutos cada uno, para ejercitarse y tener contacto con una mayor variedad de entornos, individuos y estímulos. Ello tiene un impacto muy positivo en su salud física, cognitiva y emocional, previniendo una infinidad de problemas de comportamiento y favoreciendo la gestión de un peso saludable. Así mismo, los perros más enérgicos pueden verse muy beneficiados por la práctica de deportes caninos y otros ejercicios al aire libre.
• Estimulación mental. Enriquecer el ambiente de tu perro es clave para mantenerlo bien motivado y entretenido, incluso cuando deba quedarse solo. Deja a su disposición juguetes y una buena variedad de estímulos sensoriales que le permitan canalizar su energía de una manera positiva, sin poner en riesgo su seguridad ni la integridad del hogar. También recomendamos que presentes juegos de inteligencia a tu perro con regularidad para complementar su estimulación mental y fortalecer vuestro vínculo.
• Adiestramiento. Más allá de fomentar una conducta más equilibrada, adiestrar a tu perro es uno de los ejercicios más completos que puedes ofrecer a su cuerpo y mente. Y si no tienes condiciones de contratar a un adiestrador o educador canino, puedes empezar tú mismo a enseñarle las órdenes básicas de obediencia. Para aprender el paso a paso de cómo hacerlo, echa un vistazo a: “¿Cómo adiestrar a un perro?”.

Por último, pero no menos importante, recuerda que el estrés en perros también puede tener causas patológicas. Por ello, siempre es una buena inversión proporcionar a tu peludo una buena medicina preventiva. En este sentido, las pautas más fundamentales son: brindarle una alimentación completa y equilibrada, aplicarle las vacunas esenciales, así como llevarlo al veterinario una o dos veces al año para revisar su estado general de salud.

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