Mi perro se ahoga - Qué hago
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Cuando decidimos hacernos cargo de un perro es importante que nos informemos sobre sus cuidados y esto incluye saber qué hacer en el caso de que se presente una emergencia. Por eso en este artículo de ExpertoAnimal vamos a explicar cómo debemos actuar si nuestro perro se ahoga, una situación que va a requerir una intervención inmediata, ya que la falta de oxígeno puede producir fatales consecuencias. Además, enumeraremos las causas más comunes responsables del ahogamiento en perros para que, así, podamos evitarlas. Sigue leyendo y descubre qué le pasa a un perro cuando parece que se ahoga.
¿Por qué mi perro se ahoga?
Si nuestro perro se ahoga es porque no está recibiendo suficiente oxígeno. Esta carencia se conoce con el nombre de hipoxia y las causas más habituales suelen ser el ahogo por inmersión, la asfixia en un espacio cerrado o la producida por inhalación de tóxicos como el humo o el monóxido de carbono, la presencia de un cuerpo extraño en la garganta o, también, un traumatismo en el tórax.
El ahogo por inmersión puede producirse en perros que nadan muy lejos de la orilla y se fatigan, en los que caen en agua helada o, simplemente, en los que no pueden salir de una piscina. Los perros pueden intoxicarse en un incendio, en el maletero de un coche, en un espacio cerrado sin ventilación, etc. Si el perro está sano y de repente comienza a jadear y a hacer esfuerzos para respirar podemos pensar en la presencia de un cuerpo extraño.
¿Cómo saber si mi perro se está ahogando?
Para saber si nuestro perro se ahoga debemos prestar atención a signos como la ansiedad muy acusada, la dificultad respiratoria evidente y el jadeo considerable, muchas veces, con el cuello y la cabeza estirados. El perro puede llegar a perder el conocimiento. Además, presentará cianosis, que podremos apreciar por la coloración azulada de sus mucosas, excepto si la hipoxia se debe a monóxido de carbono, ya que este gas las enrojece.
¿Qué hacer si mi perro se ahoga? - Respiración de rescate
Si un perro se ahoga la prioridad es el inmediato reestablecimiento del paso del aire. Para ello debemos acudir urgentemente al centro veterinario más cercano y, mientras llegamos, podemos intentar ayudar a nuestro perro iniciando la respiración de rescate o artificial, siempre si el perro ya está inconsciente. Si no tiene latido cardíaco se recomienda el masaje cardíaco; la combinación de ambas técnicas se conoce con el nombre de reanimación cardiopulmonar o RCP, que pueden hacer una o dos personas.
Si la causa del ahogo es una herida abierta que ha provocado un neumotórax, debemos intentar cerrar la piel sobre la herida y mantenerla presionada hasta llegar al veterinario. Si el perro ha tragado agua debemos situar su cabeza por debajo de su cuerpo con el objetivo de que elimine la mayor cantidad de agua posible. Con el perro tumbado sobre su lado derecho, con la cabeza más abajo que el pecho, podremos iniciar la respiración boca-nariz con los siguientes pasos:
- Abrir la boca y tirar de la lengua hacia delante todo lo que sea posible, siempre con cuidado.
- Limpiar si encontramos secreciones en ella con un trapo limpio.
- Observar por si localizásemos un cuerpo extraño, como un hueso. De ser el caso realizaríamos la maniobra de Heimlich que explicaremos en otro apartado.
- Cerrar la boca.
- Poner nuestra boca sobre la nariz del perro y soplar suavemente. Debemos notar que el pecho se expande. Si no lo hace tendremos que soplar un poco más fuerte. En perros de más de 15 kg pasaremos la mano alrededor del hocico para mantenerlo cerrado y que el aire no se escape.
- La pauta será de 20-30 respiraciones por minuto, es decir, aproximadamente una respiración cada 2-3 segundos.
- Debemos seguir hasta que el perro recupere la respiración, lata el corazón o lleguemos al veterinario para que sea él quien continúe con la respiración asistida.
¿Respiración de rescate o masaje cardíaco?
Cuando el perro se ahoga debemos determinar qué técnica de reanimación aplicar. Para ello, tenemos que observar si respira o no. Si lo hace abriremos su boca y tiraremos de su lengua para abrir la vía respiratoria. Si no respira debemos buscar si tiene pulso, para lo que palparemos el interior del muslo procurando notar la arteria femoral. Si hay pulso iniciaremos la respiración de rescate. En caso contrario escogeremos la RCP.
¿Cómo hacer la reanimación cardiopulmonar en perros?
Si un perro se ahoga y no respira ni tiene latido iniciaremos la RCP siguiendo los siguientes pasos:
- Colocar al perro en una superficie plana y sobre su costado derecho. Si el perro es grande nos colocaremos detrás de su lomo.
- Poner las manos a cada lado del tórax y sobre el corazón, justo por debajo de la punta del codo. En perros grandes pondremos una mano sobre el tórax, a la altura del pico del codo, y la otra sobre ella.
- Comprimir el pecho unos 25-35 mm mientras contamos uno y soltamos, contando también uno.
- El ritmo es de 80-100 compresiones por minuto.
- Hay que hacer la respiración de rescate cada 5 compresiones o cada 2-3 si la maniobra la realizan un par de personas.
- Continuaremos con la maniobra hasta que el perro respire solo y mantenga su pulso estable.
- Por último, la RCP puede provocar rotura de costillas o neumotórax. Debemos asegurarnos de que el animal la necesita, ya que, en un perro sano, podríamos provocar lesiones.
¿Qué hacer si tu perro se ahoga con un cuerpo extraño?
Cuando nuestro perro se ahoga debido a la presencia de un cuerpo extraño y no alcanzamos fácilmente a retirarlo, no debemos intentar rodearlo con los dedos porque podríamos producir el efecto contrario e introducirlo más en la garganta. De esta forma, si tu perro se ahoga con un hueso, no intentes sacarlo. En estos casos pasaremos a realizar la maniobra de Heimlich, teniendo en cuenta los siguientes pasos:
- La ejecución va a depender del tamaño del perro. Si es pequeño podemos sujetarlo en nuestro regazo boca abajo, con su lomo contra nuestro pecho. En cualquier caso debemos rodear su cintura desde atrás.
- Cerraremos una mano en forma de puño y la sujetaremos con la otra. Nuestro puño estará en el ápice de la V que forma la caja torácica.
- Comprimiremos el abdomen con el puño hacia arriba y hacia dentro 4 veces seguidas, con rapidez.
- Abriremos la boca por si el objeto ya se encuentra en ella.
- Si seguimos sin expulsarlo pasamos a realizar la respiración boca-nariz que ya hemos explicado.
- Daremos un golpe seco con la base de la mano en el lomo del perro, entre las escápulas, y volvemos a revisar la boca.
- Si el objeto sigue sin salir repetimos la maniobra.
- Una vez que lo hemos eliminado tenemos que comprobar que el perro respira bien y tiene latido. En caso contrario podremos recurrir a la respiración de rescate o la RCP.
- En cualquier caso debemos acudir a nuestro veterinario.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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