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Mi perro no para de rascarse y morderse - Causas y qué hacer

 
Marta Sarasúa
Por Marta Sarasúa, ATV y etóloga especializada en modificación de conducta. 20 junio 2024
Mi perro no para de rascarse y morderse - Causas y qué hacer
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Un motivo frecuente de visita al veterinario es el rascado excesivo y persistente en perros, que puede ir acompañado de pequeños mordiscos sobre la zona afectada, la cual suele presentarse irritada, inflamada o incluso alopécica. El prurito, es decir, el picor en la piel del perro puede producirse por un gran número de causas, pero en todos los casos genera una molestia y una incomodidad constante en el animal, que se rascará intensamente pudiendo llegar a hacerse mucho daño a sí mismo.

Esto resulta peligroso, pues si dejamos que el perro se rasque de manera obsesiva podemos acabar teniendo no uno, sino dos problemas: el que origina el picor y las heridas o infecciones producidas por el rascado, lamido o mordisqueo en la zona.

Si has observado que tu perro se rasca más de lo habitual o frota su cuerpo o su cara contra diversas superficies, en este artículo de ExpertoAnimal te ayudamos a encontrar las posibles causas de su picor y te damos consejos sobre cómo actuar en cada caso. ¡Vamos a ver por qué mi perro no para de rascarse y morderse!

Índice
  1. Alergia o intolerancia alimentaria
  2. Dermatitis atópica
  3. Dermatitis por contacto
  4. Dermatitis seborreica
  5. Eczema húmedo
  6. Presencia de parásitos
  7. Infección fúngica
  8. Estrés

Alergia o intolerancia alimentaria

Decimos que un perro presenta una alergia alimentaria cuando su sistema inmune reacciona de una forma desproporcionada ante la presencia en el organismo de un alimento o ingrediente que no es, en sí mismo, dañino para el animal.

Algunos ejemplos que de manera frecuente producen alergias en los canes son:

  • Carnes de pollo.
  • Buey o cordero.
  • Ciertos cereales: como el trigo, arroz, maíz, etc.
  • Proteína de pescado.
  • Huevo.
  • Soja.
  • Lácteos.

La alergia se produce como consecuencia de un proceso de hipersensibilidad, que en algunos casos puede ser genética y, en otros, puede surgir de forma espontánea aunque previamente el animal ya haya consumido muchas veces ese alimento sin consecuencias aparentes.

La intolerancia alimentaria se diferencia de la alergia en que, para producirse, no es necesario que el perro haya estado expuesto en ningún momento al alimento en cuestión. Tanto la alergia como la intolerancia pueden originarse por mecanismos muy distintos, pero ambas se caracterizan por presentar unos síntomas clínicos principalmente cutáneos entre los que destaca un prurito intenso y no estacional.

Como consecuencia del rascado, el perro puede presentar descamaciones y alopecia en ciertas partes del cuerpo, que además se vuelven más susceptibles a padecer infecciones fúngicas y otros tipos de dermatitis.

Por desgracia, el diagnóstico de una alergia alimentaria suele ser bastante lento y costoso pues encontrar cuál es el ingrediente causante del problema no siempre es sencillo. Ante estos casos, el perro debe someterse a una dieta de descarte o bien llevar de por vida una dieta hipoalergénica pautada por el veterinario. Si se logra eliminar por completo el alimento problemático, el perro no padecerá más síntomas.

Sobre esta causa que explica por qué mi perro no para de rascarse y morderse, no dudes en consultar "Alergia alimentaria en perros: síntomas y tratamiento".

Mi perro no para de rascarse y morderse - Causas y qué hacer - Alergia o intolerancia alimentaria

Dermatitis atópica

La dermatitis atópica es una patología crónica muy relacionada con la alergia ambiental y que puede explicar por qué mi perro no para de rascarse y morderse. Básicamente, el perro con dermatitis atópica sufre un proceso de hipersensibilidad ante la exposición a ciertos elementos (polen, aerosoles, químicos, parásitos, etc.) que le provoca irritación e inflamación cutánea y prurito intenso.

Si la causa de la dermatitis es de tipo estacional, como ocurre por ejemplo con el polen de ciertas plantas, podemos encontrarnos con el caso de que el perro solo presente síntomas durante una época determinada del año, generalmente la primavera. En este caso, podemos estar prevenidos y tratar de evitar la aparición de la dermatitis. No obstante, encontrar la causa no siempre resulta sencillo, pues es frecuente que el problema venga ocasionado por más de un factor a la vez.

Los síntomas más característicos de la dermatitis atópica, además del rascado, son el lamido obsesivo y el enrojecimiento de ciertas zonas del cuerpo, como los pabellones auriculares, la zona axilar o las regiones perioculares, que suelen, además, perder pelo.

La dermatitis atópica conlleva un tratamiento crónico basado en baños frecuentes con un champú específico, el uso puntual de fármacos antiinflamatorios, antifúngicos, etc. y suplementos alimenticios que ayuden al animal a mejorar el estado de su piel para prevenir infecciones cutáneas.

Mi perro no para de rascarse y morderse - Causas y qué hacer - Dermatitis atópica

Dermatitis por contacto

La dermatitis por contacto provoca una inflamación en la piel, sobre la cual pueden aparecer unos pequeños bultitos, así como enrojecimiento, sequedad y mucho picor. Las zonas que se ven afectadas con más facilidad son las mucosas y las regiones que presentan poco pelo (axilas, zona inguinal, pabellones auriculares, etc.).

La diferencia con otros tipos de dermatitis radica en que, en este caso, la patología no es crónica sino que se produce de manera puntual cuando el animal entra en contacto directo con alguna sustancia irritante, como pueden ser productos químicos, detergentes, jabones, plantas o animales con pelos urticantes, etc. Si la afectación no ha sido grave, suele bastar con alejar al animal de aquello que le haya provocado la irritación y limpiar bien la zona con abundante agua, pero si el contacto se ha producido de manera prolongada o la reacción ha sido muy intensa, es necesario acudir al veterinario para que examine la lesión y paute un tratamiento adecuado.

Recuerda que ciertas plantas y animales, como la oruga procesionaria del pino, poseen cualidades urticantes como modo de defensa y si entran en contacto con un perro pueden provocarle daños mucho más graves que una simple dermatitis.

Por este motivo te recomendamos estar siempre muy atento durante los paseos con un peludo, especialmente durante la época de la primavera/verano y evitar caminar por zonas donde se haya avistado presencia de orugas o plantas peligrosas.

Dermatitis seborreica

La seborrea es una afectación de la piel del perro que aparece como consecuencia de un problema en la queratinización, es decir, en el proceso de formación y renovación de la capa más superficial de la piel. Utilizamos el término de dermatitis seborreica cuando esta seborrea viene acompañada de una inflamación cutánea.

La seborrea en perros puede ser de dos tipos aparentemente muy diferentes:

  • La seborrea seca: se caracteriza por presentar descamaciones frecuentes, de color blanquecino y que caen fácilmente al suelo, por lo que suele decirse que el perro tiene "caspa".
  • La seborrea grasa: se aprecian escamas amarillentas que se quedan adheridas a la piel y el pelo del perro y le dan un aspecto "aceitoso", provocando mal olor en el animal. Este tipo de seborrea puede complicarse y causar otitis, foliculitis u otras patologías si no se trata.

A veces, la dermatitis seborreica aparece de manera espontánea y sin una causa conocida (dermatitis primaria), aunque lo más habitual es que su origen esté vinculado a la presencia de otra patología previa, como sarna, dermatitis atópica o alérgica, hipotiroidismo, etc. (dermatitis secundaria).

En este último caso, resulta imprescindible tratar la patología original para poder eliminar la seborrea pero igualmente se recomienda el uso de champús especiales y baños frecuentes para mantener en buen estado la barrera cutánea. En caso de haberse producido complicaciones, el veterinario recetará los fármacos correspondientes (corticoides, antibióticos, etc.).

Mi perro no para de rascarse y morderse - Causas y qué hacer - Dermatitis seborreica

Eczema húmedo

El eczema húmedo o dermatitis húmeda es una patología aguda que aparece de forma rápida y más o menos repentina en los perros, muy especialmente en aquellos con pelajes muy tupidos. Este eczema se presenta como una lesión de color roja y de aspecto pegajoso y purulento, pues la herida suele producir un exudado de mal olor que humedece la zona, siendo más frecuente su aparición en la cara y alrededor del cuello.

La presencia de parásitos, alergias o heridas previas puede facilitar la aparición de eczemas pero, en este caso, es muy frecuente que la dermatitis se produzca como consecuencia de mantener la piel del perro húmeda durante mucho tiempo. Esto suele ocurrir en verano, cuando el perro se baña frecuentemente en lagos, piscinas o similar y su pelaje queda húmedo.

Ten en cuenta que, aunque el pelo parezca seco en apariencia, la parte que queda en contacto con la piel puede continuar húmeda durante mucho tiempo, sobre todo en perros con el pelo muy tupido. Por este motivo es importante asegurarnos de secar bien todo el pelo del perro cada vez que lo bañemos o, al menos, hacerlo en horas soleadas, para favorecer el posterior secado de la piel.

El eczema húmedo resulta doloroso para el perro y le causa mucho picor y malestar por lo que debe tratarse a la mayor brevedad posible. El tratamiento en este caso pasa por retirar el pelo de la zona y lavar muy bien la lesión con un bactericida. En función de la gravedad, puede ser necesario el uso de antibióticos o antiinflamatorios y, en cualquier caso, deberá evitarse que el perro se lama o se rasque la zona para que no se complique la lesión.

Mi perro no para de rascarse y morderse - Causas y qué hacer - Eczema húmedo

Presencia de parásitos

Cuando empieza el buen tiempo, las pulgas y los ácaros, como las garrapatas, empiezan a colonizar todas aquellas zonas con abundante vegetación, como son los parques, campos, huertos, jardines, etc. convirtiéndose en una amenaza para los peludos. Estos y otros parásitos son de muy pequeño tamaño, complicados de ver a simple vista y causan enormes molestias en los animales, quienes sufren de picores constantes y se ven obligados a rascarse y frotarse contra superficies para tratar de aliviar el prurito.

Desgraciadamente, el picazón no es el único problema que causan estos pequeños seres, que pueden llegar a resultar muy peligrosos para los perros, pues también pueden actuar como vectores de numerosas enfermedades, provocar anemias, causar reacciones alérgicas como consecuencia de su picadura o incluso ser ingeridos accidentalmente por el animal, con el riesgo de terminar padeciendo también una parasitosis por nematodos (vulgarmente conocidos como "gusanos") a nivel digestivo.

¿Qué hacer si mi perro se rasca mucho y se muerde por parásitos?

Si tu peludo se rasca mucho, lo primero que debes hacer es revisar bien su pelo en busca de parásitos. Fíjate especialmente en la zona de las orejas, entre los dedos y en la región de las axilas y la ingle. Las pulgas aparecen con frecuencia correteando entre el pelo y ¡mucho cuidado! porque son capaces de dar grandes saltos.

Por su parte, las garrapatas suelen verse adheridas a la piel y hay que retirarlas con mucho cuidado y utilizando el material adecuado. Otros parásitos, como los ácaros causantes de las sarnas, son invisibles al ojo humano pero suelen causar lesiones llamativas caracterizadas, sobre todo, por la alopecia y el enrojecimiento de ciertas zonas del cuerpo.

Para prevenir las parasitosis es importante proteger a tu peludo a través de productos antiparasitarios, como collares, pipetas o pastillas. Si no sabes cómo aplicarlos correctamente o sospechas que tu perro pueda tener ya parásitos, acude a tu veterinario para que examine al animal y te asesore adecuadamente.

Mi perro no para de rascarse y morderse - Causas y qué hacer - Presencia de parásitos

Infección fúngica

Los hongos y levaduras también pueden ser causantes de dermatitis y otitis que cursan con mucho picor y provocan que los perros se rasquen desesperadamente, se sacudan o ladeen la cabeza como consecuencia de su malestar.

Normalmente las infecciones originadas por hongos suelen ser oportunistas, es decir, atacan a los animales cuando estos ya presentan algún tipo de susceptibilidad o debilidad causada por alguna otra patología (otros tipos de dermatitis, infecciones bacterianas, etc.) complicando así el cuadro.

Las dermatitis causadas por hongos provocan unas lesiones en la piel caracterizadas por la pérdida local de pelo y, habitualmente, una descamación y endurecimiento de la piel de la zona, que se vuelve de un color oscuro. En el caso de las otitis, es frecuente observar una secreción de color marrón y de muy mal olor.

El tratamiento de estas patologías suele ser prolongado ya que los hongos son resistentes y, en ocasiones, cuesta un tiempo eliminarlos completamente. Por este motivo, se deben cumplir al pie de la letra las pautas que nos de el veterinario y no interrumpir el tratamiento antes de tiempo aunque pensemos que la infección ha desaparecido.

Ten en cuenta que las infecciones fúngicas pueden ser contagiosas por lo que es muy importante seguir las indicaciones del profesional, especialmente si hay niños u otros animales en casa.

Aquí tienes más información sobre los "Hongos en perros: síntomas y tratamiento".

Estrés

Por último, pero no menos importante, debemos tener en cuenta que no todos los síntomas que presenta un perro tienen su origen en una dolencia o patología física. Si un perro se rasca de manera frecuente y ya hemos descartado que padezca cualquiera de las afecciones previamente indicadas, tenemos que plantearnos la posibilidad de que el animal padezca un problema a nivel emocional.

Los estados de estrés y ansiedad continuados pueden originar en el animal una serie de comportamientos erráticos u obsesivos cuya finalidad es, precisamente, tratar de aliviar el malestar que sienten en ese momento.

Un perro que, por ejemplo, no recibe suficiente estimulación ambiental, pasa muchas horas solo, no ha sido adecuadamente socializado, presenta miedos o fobias, ha vivido experiencias traumáticas o no tiene la posibilidad de llevar a cabo las conductas naturales de su especie puede verse sometido a niveles de estrés muy altos que deriven en la aparición de estereotipias y conductas autolesivas.

Sabemos que no siempre es fácil comprender qué puede estar sintiendo nuestro peludo pero es nuestra responsabilidad como tutores tratar de buscar la causa de sus comportamientos y ayudarles de la mejor manera posible. Por ello, desde ExpertoAnimal, te recomendamos buscar asesoramiento de un etólogo profesional si observas cualquier cambio de comportamiento en tu perro.

Puedes consultar más información sobre los "Síntomas de estrés en perros", a continuación.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Brazís, P., Queralt, M., Fondati, A., De, C., & Veterinaria, D. (n.d.). Disponible en: https://saludanimal.leti.com/es/alergia-e-intolerancia-alimentaria-en-el-perro-y-el-gato_1206.pdf
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