Mi cachorro muerde y gruñe - ¿Por qué y qué hacer?

Habitualmente, solemos asociar el gruñido con un sonido que indica amenaza y agresión, puesto que los perros lo realizan con la finalidad de advertir de que están molestos y, por ende, el gruñido es la antesala al mordisco. Por esta razón, no es extraño que algunos tutores que no estén familiarizados con que los cachorros gruñen al jugar, se asusten pensando que está desarrollando un carácter agresivo, llegando incluso a reñirlo, algo totalmente contraproducente. Sin embargo, el gruñido no solo indica amenaza.

Es muy importante para poder entender a tu perro que te fijes no solo en los sonidos que emite, sino en todo el conjunto de señales corporales que reflejan su estado de ánimo y actitud. De modo que si su lenguaje corporal es una postura de juego, tu cachorro está, efectivamente, jugando. Y es que, es natural que tu cachorro gruña mientras juega, ya sea para provocarte y que juegues con él o debido a que está simulando que pelea o caza, puesto que, si te fijas en cómo es el juego normalmente de tu cachorro, por instinto interpreta situaciones que suponen un entrenamiento para cuando sea adulto.

Por último, cabe señalar que, que tu cachorro te muerda jugando también es normal. Sin embargo, como explicaremos más adelante, es importante saber ofrecerle la guía apropiada a tu cachorro para que aprenda a mesurar su mordida y a controlarse, pues aun no es consciente de que te hace daño.

Hay otras causas por las cuales tu cachorro podría gruñirte o morderte fuera del juego, a las cuales tienes que prestar especial atención, pues es necesario que sepas gestionarlas como es debido para que no evolucionen en un problema de comportamiento en un futuro. Así, las causas más habituales son la siguientes:

Miedo

Uno de los motivos por los cuales tu cachorro te gruñe si te acercas, pudiendo incluso llegar a morderte, es porque se siente inseguro. No es habitual encontrarse con esta problemática, pues normalmente los cachorros son familiarizados adecuadamente al contacto humano. Ahora bien, la vivencia de experiencias traumáticas y/o una mala socialización durante los primeros meses de vida, así como también una posible tendencia genética que pueda agravar este comportamiento, pueden ser la explicación a este problema, que requerirá mucha paciencia y empatía. La agresión no es, por lo tanto, debido a que el pequeño quiera atacarte, sino porque tu cachorro te tiene miedo y trata de defenderse.

Protección de recursos

Existe el mito que dice que si un perro gruñe porque te acercas a algo valioso para él, como su comida, su cama, su juguete…, es porque es “dominante” o quiere “demostrarte su liderazgo”. Con esta creencia errónea, mucha gente suele reñir a sus perros, hecho que tiene efectos muy perjudiciales en su comportamiento. Lo cierto es que la protección de recursos se da cuando un cachorro siente inseguridad respecto a que le puedan quitar algo valioso para él debido a que ha vivido situaciones a muy temprana edad que le han llevado a ese aprendizaje. Por ejemplo, cuando tu cachorro tenía que compartir la comida con sus hermanos, es normal que los viera como competidores por este recurso, sobre todo si escaseaba, y tuviera que imponerse por supervivencia. Aun así, no debemos olvidar que es el cuidador el responsable de asegurarse de que haya comida de sobras para toda la camada y no tengan que pelearse por ella.

Esta inseguridad puede surgir por muchas causas dependiendo de los elementos que proteja, pero el origen principal es que a asociado el hecho de acercarte a ese elemento tan importante para él con que se lo quieres quitar. Otro ejemplo muy habitual es que tu cachorro te gruñe cuando te acercas a su juguete, muchas veces esto es debido a que asocia que cada vez que juega con algo, alguien se lo va a quitar y se acaba la diversión (por ejemplo, una zapatilla). Es normal, entonces, que gruña para evitarlo, pues a sus ojos eres un aguafiestas.

Dolor y/o enfermedad

Nunca hay que descartar que si tu cachorro te gruñe cuando lo tocas o coges en brazos sea debido a que siente algún dolor o no se encuentra bien. Podría ser que tu cachorro tenga alguna lesión, por ejemplo, y que al acariciarlo sufra mucho y por esta razón exprese su molestia. También puede ocurrir que esté enfermo y tenga ganas de aislarse.

Cuando un cachorro no se encuentra bien, podrás observar claramente que tiene un cambio brusco de comportamiento, pasando de ser un animal lleno de energía y felicidad a encontrarse más bien apagado y apático. Además, deberás fijarte en otras señales, como lamidos excesivos, falta de apetito, movimientos o andar extraño, etc. En todo caso, lo que deberás hacer es llevarle tan pronto como sea posible al veterinario antes de que sea demasiado tarde. Consulta los Síntomas de un perro enfermo para más información.

Como hemos comentado, el gruñido es un sonido que indica que algo le está molestando o que no se encuentra bien. Esta señal es normalmente una advertencia para pedirnos que paremos de hacer lo que sea que estemos haciendo que le está haciendo sentir mal. Pero, ¿qué sucede si riñes a tu perro cuando gruñe? Por más que te moleste que tu perro gruña, no debes sentirlo como una amenaza, sino como una forma de comunicación necesaria que usa el animal para pedirte que pares.

Cuando riñes a tu perro, podrías lograr inhibir el gruñido, es decir, que tu perro deje de comunicar, pero no por ello vas a resolver el problema principal: aquello que está haciendo sentir mal a tu perro. Por lo tanto, lamentablemente, de esta forma solo lograrás que cuando tu perro se sienta molesto o disgustado no te lo diga y, si llega un punto en el cual se siente realmente molesto en una situación, pase a morderte directamente para pedirte que pares, sin advertirte previamente de su estado. Para poner un ejemplo a cómo lo entenderíamos desde una perspectiva humana, sería el equivalente a que en vez de resolver una situación desagradable pidiendo con un “por favor, para”, directamente recurriéramos a la agresión física, pues la comunicación verbal no serviría de nada debido a que la otra persona no te está escuchando.

Por último, el uso de la violencia en la educación de tu peludo es completamente contraproducente para establecer una relación de confianza con tu cachorro, ya que como has visto, los motivos por los cuales tu cachorro gruñe y muerde es debido al miedo o a la inseguridad que le generan ciertas situaciones. Obviamente, no puedes tratar de resolver este comportamiento con más miedo.

Como has podido ver, son varias las razones por las cuales tu cachorro gruñe y muerde, y no tiene por qué ser perjudicial, sino más bien lo contrario, pues es natural que el cachorro gruña cuando juega. Sin embargo, si tu cachorro gruñe en otras situaciones como cuando te acercas a él o a algo valioso para él, deberás identificar de dónde surge esta inseguridad para poder localizar el foco del problema. A continuación, te mostramos qué hacer en cada caso:

Recomendaciones para cachorros con miedo

En caso que tu cachorro haya llegado hace poco a tu familia y tenga un carácter más bien asustadizo, si no ha mantenido contacto con personas desde pequeño o, en caso de que haya tenido vivencias negativas como maltrato, es comprensible que manifieste miedo o desconfianza si te acercas a él, lo acaricias, lo coges en brazos…

Dadas las circunstancias, deberás ser paciente y darle tiempo para que se adapte a su nuevo entorno y familia. Esto implica que debes evitar forzar situaciones en las cuales pueda sentirse incómodo (como dirigirte directamente a él si se aleja o directamente cogerle en brazos) e invitarlo a que sea él quien se acerque a ti mediante premios, palabras dulces y evitando los movimientos bruscos. De este modo, conseguirás que poco a poco te asocie como alguien positivo y confiable.

Descubre en este otro artículo Cuánto tarda un cachorro en acostumbrarse a su nuevo hogar.

Tratamiento para la protección de recursos en cachorros

Si tu cachorro te gruñe para evitar que le quites algo valioso para él, deberás trabajar este problema de comportamiento lo antes posible de forma positiva, pues esta problemática a largo plazo tiene consecuencias bastante negativas y si no se trabaja podrían agravarse con facilidad.

Para redirigir este comportamiento, será importante que tu cachorro no te vea como una amenaza que quiere “robarle” algo, sino que tendrá que asociar tu presencia con algo positivo. Por ejemplo, si tu cachorro te gruñe y muerde al acercarte a su bol de comida, sitúate a una distancia en la cual se sienta tranquilo y, seguidamente, prémialo con un premio muy suculento (más que su comida habitual) por mostrarse calmado. Progresivamente, ve acercándote y ayudándole a asociar tu presencia con una figura confiable y de protección, de modo que ya no sentirá que eres una amenaza al acercarte a su comida, sino lo contrario.

Para más seguridad, poco a poco deberás realizar el mismo procedimiento con otros integrantes de la familia. Pues aunque ya no se sienta inseguro contigo, podría continuar gruñendo a otras personas o animales. Siempre, muy importante, manteniendo la distancia prudencial en la cual tu cachorro se encuentra seguro y evitando a toda costa castigos que solo generarán más desconfianza en tu peludo.

Si crees que este problema se ha vuelto inmanejable porque se ha asentado desde hace demasiado tiempo, lo más recomendable será acudir a un profesional lo antes posible para que pueda asesorarte de forma personalizada.

¿Qué hacer si no se encuentra bien?

Nunca hay que descartar que tu cachorro haya empezado a gruñirte y morder debido a que no se encuentra bien, tiene dolor por una lesión o está enfermo y se encuentra molesto cuando le tocas, por ejemplo. En estos casos, lo más habitual es observar cambios significativos en el comportamiento normal de tu cachorro, como que se encuentra más apático, ha perdido el apetito, tiene conductas extrañas como lamerse demasiado, etc. Por tanto, deberás llevarle al veterinario para que pueda realizar el diagnóstico pertinente.

Consejos para cachorros que muerden muy fuerte

A diferencia de nosotros, los perros juegan con la boca, pues no tienen manos. Esto implica que, en momentos en los cuales interaccionas con tu cachorro y se encuentre muy emocionado, puedas llevarte algún mordisco más o menos doloroso, sin que exista una mala intención por parte de tu amigo. Por esta razón, durante el proceso de educación de tu cachorro, es muy importante que sepas indicarle cuándo te hace daño para que él pueda mesurarse y interaccionar contigo de forma consciente, inhibiendo la mordida.

Con esta finalidad, lo que deberás hacer es parar el juego cada vez que te muerda fuerte y emitir un sonido como un “¡ay!”, de forma que tu cachorro asociará esta situación con que se acaba la diversión y, poco a poco, aprenderá a controlarse. De la misma manera, si tu cachorro quiere jugar contigo cuando tú no quieres y te lo pide mordiéndote o con gruñidos, deberá aprender a respetar tus límites y, por ende, tendrás que ignorarlo y mostrarte indiferente ante su exigencia. Contrariamente, tu pequeño podría aprender a morderte para que le hagas caso, cosa que obviamente es perjudicial para cuando sea adulto.

Por último, no debes olvidar que tu cachorro necesita morder, pues sus dientes están en crecimiento y le duelen, y mediante el mordisco consigue calmar dicho dolor. Además, tienen la necesidad de explorar su entorno mediante la boca. Por estas razones, deberás darle a tu cachorro juguetes que pueda morder a gusto, es decir, juguetes mordedores, para que pueda realizar esta conducta tranquilamente.

No te pierdas estos artículos para saber más acerca de cómo educar a un cachorro y cómo evitar que muerda todo:

• ¿Cómo educar a un cachorro?
• ¿Cómo enseñar a un cachorro a no morder?

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