¿Los perros pueden comer pipas?
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Los cuidadores son cada vez más conscientes de la importancia de ofrecerle a su perro una buena nutrición, con ingredientes naturales y de alta calidad, pues lo que come va a influir en su salud y, en consecuencia, también repercutirá en su esperanza de vida. Esta consciencia lleva a buscar la mejor alimentación, ya sea comercial o hecha en casa.
Pero, al igual que hay alimentos recomendables, otros pueden resultar perjudiciales para los perros, incluso aunque para las personas sean muy beneficiosos. No hay que olvidar que somos especies muy diferentes. ¿Las pipas son buenas para los perros? ¿Pueden comerlas? Lo cierto es que sí, los perros pueden comer pipas de girasol y de calabaza sin cáscara y sin sal. Si quieres saber más detalles, en este artículo de ExpertoAnimal nos centramos en averiguar si los perros pueden comer pipas y en qué casos es mejor prescindir de este ingrediente en la dieta canina.
¿Los perros pueden comer pipas de girasol?
Sí, los perros pueden comer pipas de girasol. Las pipas son semillas, gracias a lo que concentran propiedades nutricionales que pueden ser interesantes tanto para las personas como para los perros. En concreto, las pipas de girasol destacan por su contenido en:
- Proteínas.
- Hidratos de carbono.
- Fibra.
- Minerales como el fósforo, el selenio, el hierro y el magnesio.
- Vitaminas como la E y las del grupo B.
Pero, sobre todo, destacan por sus grasas saludables. Su nutriente mayoritario son los ácidos grasos poliinsaturados, como el ácido linoleico.
Por estos motivos, pueden ser beneficiosas para los perros y podemos incorporarlas a su dieta sin ningún problema, siempre que las demos en una cantidad adecuada. Es decir, las pipas no pueden ser la base de la alimentación del perro. Esta especie debe consumir una dieta básicamente carnívora, con la proteína procedente de tejido animal en un mayor porcentaje.
La carne o el pescado se pueden acompañar de otros ingredientes, como vegetales, frutas o, en este caso, semillas. Si cambiamos la proporción, excediéndonos en las semillas, el perro dejaría de ingerir nutrientes que le son imprescindibles para su salud y el resultado sería un desequilibrio nutricional.
¿Los perros pueden comer pipas con sal?
Si te preguntas si los perros pueden comer pipas con sal, la respuesta es NO. La sal no debe añadirse a ningún alimento para los perros, pues resulta perjudicial para ellos.
¿Los perros pueden comer pipas de calabaza?
Las pipas pueden ser buenas para los perros, tal y como hemos explicado, y no solo las de girasol, de las que ya hemos hablado. Las pipas de calabaza constituyen otra interesante alternativa, de manera que sí son aptas para los perros. Destacan por ser ricas en:
- Proteínas.
- Grasas saludables.
- Minerales como el fósforo, el magnesio, el zinc o el potasio.
- Vitaminas del grupo B, la E y la K.
- Fibra.
Sus beneficios para los perros van a ser similares a los de las pipas de girasol, pero presentan otra interesante actividad en el organismo, ya que tienen efecto antiparasitario contra parásitos intestinales. ¿Quieres conocer otras opciones? No te pierdas este artículo: "Remedios caseros para los parásitos intestinales en perros".
Beneficios de las pipas para los perros
En primer lugar, las pipas son fuente de energía gracias a sus grasas insaturadas (las que se consideran beneficiosas). Sus efectos positivos en el organismo se basan también en su contenido en ácidos grasos saludables y vitaminas y minerales como los que hemos mencionado. En conjunto, destacan los siguientes beneficios:
- Fortalecen el sistema inmune.
- Cuidan la piel y el pelaje, lo que puede ser de ayuda para ejemplares con problemas dermatológicos.
- Protegen el sistema urinario.
- Favorecen el buen tránsito digestivo gracias a su contenido en fibra.
- Actúan como antioxidantes, contribuyendo a combatir los radicales libres y a luchar contra el envejecimiento.
- Hay que recordar el efecto contra parásitos internos que se le atribuye a las pipas de calabaza.
¿Cómo dar pipas a un perro?
Como hemos comentado, las pipas pueden complementar la dieta del perro o darse de manera puntual a modo de premio. Como recompensa podemos ofrecer una pequeña cantidad de pipas 1-2 veces a la semana. Si alimentamos a nuestro perro con una dieta casera, será el experto en nutrición canina quien nos indique qué cantidad de pipas le podemos dar y con cuánta frecuencia.
La cantidad de pipas par perros recomendada va a depender del tamaño:
- Para los más grandes: media cucharada.
- Para los pequeños: una pizca será suficiente.
- Para los medianos: les podremos dar, aproximadamente, un cuarto de una cucharada.
Las pipas deben darse peladas. Los perros pueden comer pipas con cáscara, pero no es lo más recomendable. No las van a digerir y pueden provocarles algún problema. Podemos añadirlas espolvoreándolas sobre la comida u ofrecerlas directamente en la mano, pero hay que saber que los perros van a aprovechar sus nutrientes mejor si las trituramos.
También ayuda ponerlas a remojo en agua unas horas antes de comerlas. Así se digieren mejor y se asimilan con más facilidad sus nutrientes. Las pipas pueden añadirse a otras recetas, por ejemplo, a unas galletas caseras para perros, aunque, con el calor, perderán propiedades nutricionales. Aquí te dejamos una receta a la que le puedes añadir pipas:
Contraindicaciones de las pipas para perros
Las pipas pueden ofrecerse a todos los perros, aunque hay que empezar a darlas poco a poco, esperando a ver si se produce alguna reacción adversa antes de repetir, y tener cuidado en casos como los siguientes:
- No dar pipas a un perro si las ha comido con anterioridad y sospechamos que le han sentado mal.
- Mejor evitarlas en los perros con digestiones delicadas o algún trastorno digestivo, pues podrían incrementar el tránsito intestinal, desencadenando diarrea y otras molestias.
- Por su contenido en calorías y grasas, no conviene que abusemos de las pipas en los perros con sobrepeso, obesos, con tendencia a engordar o que estén siguiendo una dieta de adelgazamiento.
Ofrecer unas cuantas pipas a los perros de vez en cuando no les va a suponer ningún problema, pero debemos evitar un consumo excesivo, pues podría ocasionar trastornos a nivel digestivo. De notar alguna molestia que podamos relacionar con la ingesta de pipas, hay que observar la evolución del animal. Si no remite, empeora o el perro es especialmente vulnerable, como un cachorro, un anciano o un ejemplar con alguna enfermedad, hay que contactar con el veterinario.
En este otro artículo hablamos con más detalles de la alimentación de los perros: "¿Qué comen los perros?".
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