¿Los perros pueden comer membrillo?

En principio, la respuesta a esta pregunta es negativa: el membrillo no es malo para los perros. Es una de las frutas no tóxicas para ellos que se puede incorporar a su dieta, siempre que lo hagamos de forma adecuada. Con forma adecuada nos referimos a que la alimentación canina debe basarse en las proteínas procedentes del tejido animal, como las que podemos encontrar en la carne o en el pescado. Hablamos de ello aquí: "¿Qué comen los perros?".

La frutas, los vegetales o las legumbres son ingredientes que se pueden incorporar como acompañamiento, siempre en un porcentaje muy inferior al de la carne. Así pues, ¿el membrillo le hace daño a los perros? No, mientras lo ofrezcamos en pequeñas cantidades y de manera puntual. Si la ingesta es excesiva o muy frecuente, sí podríamos provocar efectos indeseables en su salud.

¿Los perros pueden comer dulce de membrillo?

En ocasiones, se produce una confusión entre membrillo y dulce de membrillo. Se asimilan como sinónimos y el resultado es que se desaconseja el consumo de membrillo por su elevado contenido en azúcares, perjudiciales para los perros. Por este motivo, es importante diferenciar la fruta, sí apta, del dulce, que no debe ser incluido en la dieta canina por el azúcar añadido que contiene.

El membrillo es una fruta de color amarillo-dorado y forma de pera, mientras que el dulce se comercializa envasado y es una confitura de consistencia firme y color rojizo. Se elabora cociendo la fruta con una gran cantidad de azúcar (aproximadamente, la proporción es de 750 gramos de azúcar por cada kg de membrillo), además de otros ingredientes, como puede ser la manzana, la canela o el vino, en función de la receta que se siga. Por lo tanto, podemos darle al perro membrillo, pero en ningún caso dulce de membrillo.

Los beneficios del membrillo se basan en sus propiedades nutricionales. Así, el membrillo es:

• Fuente de fibra, como pectinas y mucílagos: ayudan al buen tránsito gastrointestinal y cuidan de los estómagos delicados. Los mucílagos retienen agua, contribuyendo a prevenir la deshidratación en caso de cuadros de vómitos. Además, potencian el trabajo depurativo del hígado.
• Rico en taninos: tienen propiedades astringentes, que estriñen y suavizan las digestiones. Este efecto es especialmente útil en perros con diarreas o descomposiciones.
• Rico en potasio: implicado en la actividad neuromuscular y cardiaca y en el equilibrio osmótico y ácido-básico.
• Fuente de vitamina C: además de su conocido efecto antioxidante, interviene en la formación de huesos y colágeno y cuida del sistema urinario y de los cartílagos.
• Rico en ácido málico: retrasa el desarrollo de algunos microorganismos. Por ello se le atribuyen propiedades desinfectantes.
• Bajo en calorías: solo 42 Kcal por cada 100 gramos. Recordemos que, aunque son pocas las calorías en la fruta, en el dulce se disparan.

No hay una cantidad fija de membrillo recomendada para todos los perros. No podemos dar un número de gramos o de piezas de fruta que sea igual para todos los ejemplares. La cantidad adecuada va a depender del tamaño del perro y del membrillo. Un perro de talla grande puede consumir un membrillo mediano entero, mientras que para uno pequeño bastará con medio o un cuarto.

Hemos dicho que los perros pueden comer membrillo crudo y no dulce de membrillo, pero, en vez de entero, lo mejor es que se lo demos troceado y sin las semillas. Estas contienen glucósidos cianogénicos que reaccionan con los ácidos estomacales, produciendo cianuro, de ahí que deba evitarse su ingesta.

También podemos pelar el membrillo o lavarlo bien antes de dárselo al perro. Otra opción es cocerlo (sin azúcar) o picarlo y añadirlo a la comida. Por ejemplo, podemos incluirlo en una dieta blanda si nuestro perro tiene algún cuadro digestivo con vómitos y diarrea.

Si al perro le gusta, podemos ofrecérselo a modo de premio, de forma puntual, 1-2 veces por semana. Si lo alimentamos con una dieta casera, el experto en nutrición que la haya elaborado puede establecer las cantidades y la frecuencia de administración del membrillo.

En principio, el membrillo ofrecido al perro tal y como hemos explicado no representa ningún problema para su salud y no es previsible que se produzcan efectos indeseados. Sí debemos tener cuidado si el animal padece estreñimiento, puntual o crónico, pues la actividad astringente del membrillo podría favorecer dicho estreñimiento. Consulta este post si es el caso: "Estreñimiento en perros: síntomas y tratamiento".

Al contrario, un consumo excesivo podría aumentar el tránsito intestinal, debido a su contenido en fibra, provocando molestias digestivas, descomposición e incluso vómitos. En los perros delicados de estómago, con dificultades para asimilar nuevos alimentos, deberíamos controlar o prescindir de la ingesta de membrillo.

Lo mismo sucede con aquellos con problemas de sobrepeso, obesidad o diabetes, pues hay que tener en cuenta el contenido de azúcares naturales presentes en la fruta. Por supuesto, aunque nuestro perro no se incluya en los grupos mencionados, si le damos membrillo y detectamos cualquier efecto secundario, lo recomendable es no volver a ofrecérselo.

Ahora que sabes que los perros pueden comer membrillo y de qué forma, descubre más frutas buenas en este vídeo:

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