¿Los husky son agresivos?

Para saber si los husky son agresivos o no, antes, debemos tener claro qué es la agresividad. Se trata de un problema de comportamiento complejo y multicausal, que puede asociarse desde a enfermedades hasta problemas en la educación del perro. Así pues, la agresividad no es un rasgo comportamental que puede atribuirse a una u otra raza, sino que es un trastorno conductual que puede afectar a cualquier perro, ya sea de raza pura o mestizo.

Sin embargo, se sabe que la herencia genética puede conllevar a una mayor o menor predisposición en las razas caninas a ciertos patrones de conducta. En este sentido, se ha observado que algunos perros están naturalmente más propensos que otros a recurrir a la agresividad como un recurso de autopreservación. Pero, a continuación, te explicamos por qué ello no significa que los husky son agresivos por naturaleza.

Carga genética y predisposición a la agresividad

Gracias a los avances en los estudios sobre el comportamiento canino, hoy sabemos que menos del 10 % de las alteraciones de conducta en los perros, a nivel individual, pueden ser atribuidas a los genes. Cuando se evalúa el comportamiento de un perro en particular, la crianza y las experiencias vividas son factores mucho más determinantes que la genética y el linaje. No obstante, como hemos dicho, realmente hay razas con una mayor predisposición genética a recurrir a la agresividad cuando tienen la necesidad de proteger su integridad, su territorio o los recursos allí presentes. Así mismo, el husky siberiano y los cruces de husky, no se encuentran entre las razas más propensas a reaccionar agresivamente ante situaciones adversas o desconocidas.

Los sistemáticos testes de comportamiento implementados por la Sociedad Americana de Pruebas de Temperamento, apuntan a que el husky siberiano es una raza muy tolerante, obteniendo un puntaje de casi 87 % en las pruebas de comportamiento positivo. Por tanto, el husky no es agresivo ni peligroso por naturaleza. Así pues, cuando un husky se vuelve agresivo, resulta equivocado atribuir ello a su raza o linaje, sino que es necesario evaluar diferentes factores que pueden estar disparando estas reacciones negativas.

Pese a que es una de las razas de perros que parecen lobos, el temperamento de los husky no revela ningún indicio de salvajería o brutalidad. Al contrario, son perros que disfrutan mucho de la compañía de los humanos y muestran una natural facilidad para adaptarse a personas de personalidades muy distintas.

En su núcleo familiar, estos perros suelen mostrarse muy cariñosos y juguetones, en especial con niños. De hecho, el husky siberiano destaca por formar un vínculo muy especial con los más pequeños del hogar, a quienes no dudarán en proteger. Debido a este instinto protector, es fundamental socializar al husky siberiano desde cachorro, y preferiblemente antes de su tercer o cuarto mes de vida, para evitar cualquier accidente, principalmente en la presencia de extraños. Te ayudamos en este post: "¿Cómo socializar a un cachorro?".

Otras curiosidades sobre los husky son las siguientes:

• Son particularmente “habladores” y su capacidad de vocalización es única en el universo perruno. En este sentido, la socialización temprana también ayudará a prevenir ciertos problemas de comportamiento, como los ladridos o el llanto excesivo.
• Son muy enérgicos y su mente es tan activa como su cuerpo. Por ello, requieren de un nivel de actividad física de medio a alto, así como una buena estimulación mental. En caso contrario, los husky se vuelven más propensos a los síntomas de estrés y múltiples problemas de conducta, incluyendo la agresividad. Para ayudarte en esta tarea, hemos preparado la siguiente guía: “Alimentación y cuidados del husky siberiano cachorro”.

Como mencionamos anteriormente, la agresividad en los perros es un problema de conducta multicausal. Es decir, que su manifestación puede estar asociada a uno o varios factores internos o externos al organismo de cada can. Por ello, cuando un husky se vuelve agresivo, es muy recomendable acudir a un veterinario etólogo para evaluar síntomas físicos y comportamentales, y, con base a ello, identificar la causa de la agresividad y las pautas de tratamiento más acertadas.

No obstante, a continuación, te ofrecemos un breve resumen sobre las principales causas de por qué un husky se vuelve agresivo:

Problemas de salud

Los trastornos metabólicos que influyen en el comportamiento (por ejemplo, el hipertiroidismo y el hipotiroidismo), así como patologías que provocan dolor o síntomas neurológicos, como la rabia canina, o incluso traumatismos, pueden conllevar a un aumento de la agresividad en los perros, independiente de cuál sea su raza o edad.

Ello reafirma la importancia de consultar al veterinario en caso de que tu peludo desarrolle cualquier tipo de alteración en su conducta habitual.

Baja estimulación física y mental

Los perros que llevan una rutina sedentaria y/o viven en un ambiente empobrecido son más propensos a padecer estrés. Y el estrés en perros es una de las causas más frecuentes de problemas como la destructividad, las estereotipias y también de la agresividad.

Dado que los husky tienen mucha energía y una gran predisposición al entrenamiento, algunas pautas fundamentales para la prevención del estrés y de la agresividad en estos perros son:

• Establece una buena rutina de ejercicios físicos: más allá de los paseos diarios, que deben ser al menos 3 o 4, es muy recomendable iniciar a los husky en algún deporte canino, como el mushing o el agility.
• Enriquece el ambiente de tu husky con una buena variedad de juguetes y estímulos que le permitan ejercitarse y entretenerse también dentro del hogar e incluso cuando esté solo. Para más consejos, echa un vistazo aquí: “Enriquecimiento ambiental para perros: juegos e ideas”.
• Adiestra a tu perro, pues este es uno de los ejercicios más completos que puedes ofrecer a su cuerpo y su mente. Aprovecha que los husky son sumamente inteligentes y, mediante un buen empleo del refuerzo positivo, pueden aprender una gran variedad de órdenes de obediencia, trucos y conductas con mucha facilidad. Si necesitas ayuda, no dudes en consulta nuestra guía: “¿Cómo adiestrar a un husky siberiano?”.

Mala socialización

Cuando no socializamos correctamente a nuestros perros, no les damos la oportunidad de desarrollar plenamente su confianza y adquirir una buena variedad de recursos que les permitan lidiar con situaciones adversas o desconocidas de una manera más equilibrada. Es por ello que los perros que no tienen acceso a una buena socialización, se vuelven más propenso a recurrir a la agresividad ante cualquier estimulo que les produzca incomodidad, miedo o incertidumbre.

Miedo

Un perro que vive en un ambiente negativo, donde se expone frecuente o sistemáticamente a estímulos que le generan temor o estrés, será más propenso a recurrir a la agresividad como un recurso para protegerse. Lógicamente, ello se debe a que el perro no puede sentirse seguro ni mucho menos a gusto en su propio entorno.

En este sentido, el mal uso del regaño como método educativo, así como los castigos y el encierro, contribuyen a que el perro se vuelva inseguro y comience a tener miedo a su propio tutor. Ello no solo perjudica el aprendizaje, sino que también favorece la manifestación de conductas agresivas con fines de autopreservación.

Protección de recursos

Para los perros, la autopreservación también involucra garantizar el acceso a los recursos que resultan esenciales para su supervivencia y bienestar. Por ello, en un contexto donde estos recursos escasean, o donde el perro encuentra un “rival” con el cual podría verse obligado a disputar sus posesiones, la agresividad puede estar relacionada con la protección de recursos.

Cuando hablamos de recursos, no nos referimos solo a la comida, la cama, los juguetes o el propio territorio del perro, sino también a los cuidados y la atención de los tutores. Es por ello que la protección de recursos direccionada hacia las personas frecuentemente se confunde con un comportamiento celoso o posesivo por parte del perro. Y si quieres profundizar en este tema, te recomendamos la siguiente lectura: “El perro posesivo - protección de recursos”.

Comportamiento sexual

La entrada a la pubertad y, con ella, a la madurez sexual conlleva a la intensificación de los comportamientos asociados a la territorialidad y al deseo sexual en los perros. Ello incluye no solo la monta, el marcaje y el escapismo, sino que también la agresión intersexual.

Aquí es importante aclarar que tanto machos como hembras experimentarán cambios en su comportamiento después de volverse sexualmente activos. Pero, el celo en las perras es más complejo y conlleva a una mayor demanda de cuidados específicos. Para leer más sobre este tema, echa un vistazo aquí: “Consejos para una perra en celo agresiva”.

Así mismo, en ambos sexos, el único método con comprobada eficacia en el control o incluso la erradicación de estos comportamientos es la castración. Por ello, si tu husky siberiano es agresivo con extraños u otros perros, en especial de su mismo sexo, recomendamos que evalúes junto a un veterinario de confianza los beneficios de castrar a tu perro.

Vejez

Por último, pero no menos importante, debes tener en mente que los perros mayores experimentan un progresivo deterioro de sus capacidades físicas y sensoriales. Es por ello que los husky ancianos son más propensos a reaccionar de forma exagerada o negativa ante cualquier estímulo, pudiendo recurrir a la agresividad con más frecuencia por sentirse más vulnerables que en su juventud. Si compartes tu hogar con un husky mayor, te invitamos a conocer nuestra “Guía completa de cuidados de un perro anciano”.

Ahora que sabes que los husky no son agresivos ni peligrosos por la naturaleza, si el tuyo muestra signos de agresividad, visita a un veterinario.

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