Lipoma en perros - Síntomas, diagnóstico y tratamiento
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Cuando vemos que un perro tiene un bulto rápidamente nos puede venir a la mente que se trata de un proceso tumoral, algo que alarma y preocupa mucho a los tutores al ponerse en lo peor. Bien es cierto que en muchas ocasiones son malignos los tumores, pero en otras muchas también son benignos, siendo el mejor ejemplo el lipoma canino.
Los lipomas en los perros son una acumulación tumoral de células grasas o adipocitos. Se trata de un tumor benigno de origen mesenquimal que afecta principalmente a las perras mayores de ciertas razas, aunque ningún perro está libre de padecerlo en cualquier momento de su vida. El diagnóstico se realiza con citología, mediante la observación de un gran número de adipocitos, y generalmente no se extirpa si no es molesto para el perro ni incluye capas muy profundas en la piel. Sigue leyendo este artículo de ExpertoAnimal para conocer más sobre el lipoma en los perros, qué es, sus síntomas, diagnóstico y tratamiento.
¿Qué es el lipoma en perros?
Un lipoma es una neoplasia o tumor benigno mesenquimal que consiste en la acumulación exagerada de adipocitos, que son las células grasas. Se trata de un tumor de consistencia firme, blanda y esponjosa que puede ser solitario o aparecen múltiples nódulos tumorales. Los adipocitos se encuentran agrupados con bordes celulares finos. Cuando se procesan con metanol se disuelven, al ser grasa.
Los lipomas en los perros se desarrollan en el tejido subcutáneo, especialmente de las extremidades o de la cavidad abdominal o torácica. En ocasiones también pueden incluir capas más profundas, aunque no es tan frecuente.
Causas del lipoma en perros
La principal causa del lipoma en perros es de carácter genético, siendo las razas más afectadas las siguientes:
Suele ser más frecuente en perros mayores y parecen ser más susceptibles las hembras. Sin embargo, se pueden detectar a cualquier edad, raza y sexo.
Otras causas del lipoma en perros
Además de por genética, se ve con más frecuencia en los perros con sobrepeso u obesidad, quizá por un metabolismo de bajo rendimiento que produce una baja capacidad de metabolización de la grasa, por lo que esta tiende a acumularse.
También pueden ser causados por la incapacidad del organismo de desintoxicarse de las toxinas de forma adecuada por alteración hepática, intestinal o renal.
Síntomas de lipoma en perros
Un lipoma en perros presenta un tamaño variable, desde menos de 1 cm a varios cm. Si son de gran tamaño pueden comprimir o molestar al animal, pero en la mayoría de ocasiones no les limita para nada en el día a día. Los lipomas pueden ser individuales o aparecer varios, y consisten en nódulos de consistencia:
- Firme.
- Suave.
- Blanda.
- Encapsulados.
- Circunscritos.
- Con bordes bien delimitados.
Dichos tumores se suelen localizar en el tejido subcutáneo de las extremidades, cuello, abdomen o tórax. Suelen presentar una buena movilidad al no unirse generalmente a tejidos profundos, que es algo más indicativo de malignidad. Sin embargo, en ocasiones pueden crecer en el tejido muscular, apareciendo más firmes, duros y menos movibles sin que ello indique que son tumores malignos.
La variedad maligna del lipoma es el liposarcoma, que pueden producir metástasis a otras localizaciones del cuerpo del perro, como son los huesos, pulmones u otros órganos. Se trata de un tejido con aspecto de lipoma pero infiltrante, que invade tejido muscular y fascia. Para más información, puedes consultar este otro artículo sobre Tumores en perros - Tipos, síntomas y tratamiento.
Diagnóstico de lipoma en perros
El diagnóstico clínico es fácil, tras la detección del bulto se piensa en un proceso tumoral y se debe acudir al centro veterinario para que diagnostique qué tipo de tumor es y si es benigno o maligno. En este último caso también se debe investigar en busca de metástasis. El diagnóstico diferencial del lipoma en perros incluye otros nódulos caninos como:
- Liposarcoma.
- Mastocitoma.
- Sarcoma de tejidos blandos.
- Quiste sebáceo.
- Quiste epidermoide.
- Histiocitoma.
El diagnóstico definitivo del lipoma en perros se obtiene con una punción con aguja fina (PAF), poniendo el contenido celular obtenido en un porta y visualizándolo al microscopio, donde se verán multitud de adipocitos, aclarando el diagnóstico.
Los adipocitos se observan como células con citoplasma vacuolado y núcleo pequeño, picnótico, plano y excéntrico. En el caso de sospechar que afecta a planos más profundos, serán necesarias pruebas de imagen avanzadas, lo que ayudará también al cirujano a planificar la extirpación.
Tratamiento del lipoma canino
El tratamiento puede ser la extirpación quirúrgica, pero normalmente se elige dejarlo y observar su evolución. Si sigue creciendo hasta un tamaño considerable, que causa molestias, lesiones dermatológicas o que afecta a algunas estructuras del perro, se deberá extirpar.
Hay que tener en cuenta que dejar un lipoma no es peligroso para tu perro. Estos tumores no metastatizan ni harán peligrar la vida del canino.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- R. G. Harvey, P. J. Mckeever. (2001). Manual Ilustrado de enfermedades de la piel en perro y gato. GRASS Ediciones.