Linfadenitis en perros - Síntomas, causas y tratamiento
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La linfadenitis canina consiste en una inflamación de los ganglios linfáticos, que habitualmente cursa con un incremento de tamaño y consistencia de los mismos. La función filtradora de la linfa que tienen los ganglios linfáticos hace que estos órganos se encuentren continuamente expuestos a diversos agentes infecciosos. Cuando alguno de los microorganismos patógenos presentes en la linfa es capaz de instaurarse con su paso por los ganglios linfáticos, se genera una infección que da como resultado esta respuesta inflamatoria.
No te pierdas el siguiente artículo de ExpertoAnimal en el que explicamos los aspectos más relevantes de la linfadenitis en perros, sus síntomas, causas y tratamiento, además de su diagnóstico.
¿Qué es la linfadenitis en perros?
La linfadenitis canina consiste en una inflamación de los ganglios linfáticos, también conocidos como linfonodos o linfonódulos, que conlleva un aumento de tamaño y consistencia de los mismos.
Los ganglios linfáticos se encargan, entre otras cosas, de filtrar la linfa que circula por el sistema linfático. Los macrófagos presentes en el linfonódulo son los responsables de limpiar la linfa a medida que pasa a su través. Por este motivo, los ganglios linfáticos son estructuras que están muy expuestas a los agentes infecciosos. Cuando un microorganismo patógeno penetra en el ganglio linfático, puede generar una infección en el mismo que desencadena una respuesta inflamatoria, la cual conocemos como linfadenitis.
En función del número y la distribución de los ganglios linfáticos afectados, la linfadenitis canina puede ser:
- Localizada: cuando solo se afectan los ganglios linfáticos de una región corporal. Indica que la patología que ha producido la linfadenitis está circunscrita al área de drenaje del linfonodo afectado.
- Generalizada: cuando se afectan ganglios linfáticos de todo el organismo. Se produce en patologías sistémicas, como enfermedades infecciosas y sepsis.
Tipos de linfadenitis
Dentro de la linfadenitis canina, encontramos distintos tipos en función de su etiología y del tipo de células inflamatorias predominantes. En este apartado recogemos los principales tipos de linfadenitis en los perros.
Linfadenitis inespecífica simple en perros
A su vez, la linfadenitis inespecífica simple en perros puede ser de dos tipos:
- Forma aguda: predominan los neutrófilos y los eosinófilos. Se pueden producir focos de necrosis a nivel de los linfonodos. Este tipo de linfadenitis se asocia a enfermedades como la salmonelosis, yersiniosis, tularemia, toxoplasmosis y parvovirosis. Si quieres saber más sobre la Salmonelosis en perros, sus síntomas, tratamiento y prevención no dudes en leer este artículo que te sugerimos.
- Forma crónica: se caracteriza por la pérdida de arquitectura del ganglio linfático y la aparición de fibrosis. Suelen estar producidas por virus inmunosupresores. Te dejamos este otro artículo sobre la Fibrosis pulmonar en perros, sus síntomas y tratamiento, por si quieres saber más sobre el tema.
Linfadenitis supurativa y linfadenitis purulenta en perros
En la linfadenitis supurativa hay una invasión masiva de neutrófilos y, en la forma purulenta, además de neutrófilos se observan focos de necrosis. Se puede observan en infecciones por moquillo o distemper canino. Consulta este post sobre el Moquillo en perros, sus síntomas, contagio y tratamiento en este artículo de ExpertoAnimal.
Linfadenitis granulomatosa en perros
En las linfadenitis granulomatosas predominan los macrófagos. Además, se pueden observar áreas de necrosis caseosa y/o granulomas mineralizados.
Dentro de este grupo, se encuentran algunas de las linfadenitis de mayor interés clínico en la clínica de pequeños animales:
- Linfadenitis tuberculosa: producida por micobacterias causantes de tuberculosis. Esta linfadenitis se caracteriza por la presencia de células epitelioides y células de Langhans.
- Linfadenitis pseudotuberculosa: por tularemia y salmonelosis. Se pueden observar células histiocitarias que se transforman en epitelioides.
- Linfadenitis de etiología micótica: por histoplasmosis, blastomicosis, coccidioidomicosis y esporotricosis. Las imágenes microscópicas se asemejan a las tuberculosas, pero con tendencia a la mineralización.
- Linfadenitis con gránulos sarcoidósicos: por leishmaniosis, toxoplasmosis y brucelosis. Se caracteriza por la presencia de nódulos formados por células epitelioides y células gigantes.
Linfadenitis eosinofílica en perros
Se caracteriza por una invasión masiva de eosinófilos y, en menor medida, de células plasmáticas y mastocitos. Se observan en casos de dirofilariosis e infestaciones masivas por ascáridos.
Causas de la linfadenitis en perros
Aunque en el apartado anterior hemos hecho mención a las distintas patologías asociadas a cada tipo concreto de linfadenitis canina, en el presente apartado vamos a recopilar todas las causas que pueden dar lugar a linfadenitis.
Como hemos explicado, las linfadenitis a menudo son el resultado de la penetración de un microorganismo patógeno en un ganglio linfático, que da lugar a una infección en el mismo. Los distintos agentes infecciosos que pueden dar lugar a linfadenitis canina son:
- Bacterias: como Pasteurella, Salmonella, Bartonella, Bacteroides, Fusobacterium, Yersinia pestis, Francisella tularesis, Mycobacterium, Brucella.
- Virus: como parvovirus, morbilivirus (moquillo). ¿Cuánto dura un perro con parvovirus? Descubre la respuesta en este otro artículo que te recomendamos.
- Parásitos: como Leishmania, Toxoplasma, Dirofilaria. Puedes obtener más información sobre La toxoplasmosis en perros, sus síntomas y contagio, aquí.
- Hongos: como Histoplasma, Blastomyces, Coccidioides, Cryotococcus y Sporothrix.
Síntomas de la linfadenitis en perros
En las linfadenitis caninas podemos observar tanto signos clínicos locales (asociados a los ganglios linfáticos afectados) como signos generales (como consecuencia del proceso infeccioso que origina la linfadenitis).
Entre los signos clínicos locales, se encuentran:
- Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos afectados: también se conoce como linfadenomegalia. Sin embargo, esta manifestación clínica suele pasar desapercibida para la mayoría de los cuidadores, especialmente cuando no es muy marcada.
- Mayor consistencia de los ganglios linfáticos afectados.
- Adherencia a los tejidos adyacentes de los ganglios linfáticos en casos crónicos.
- Creación de abscesos en los linfonódulos de las linfadenitis purulentas que fistulizan y drenan al exterior.
Cuando la linfadenitis esté originada por una infección sistémica, podremos observar signos generales como:
- Fiebre: échale un vistazo a este artículo de ExpertoAnimal sobre la Fiebre en perros, sus síntomas, causas y tratamiento.
- Letargo.
- Anorexia: no dudes en leer este artículo sobre la Anorexia en perros: causas, diagnóstico y tratamiento para saber más.
- Signos específicos (digestivos, respiratorios, nerviosos, etc.) en función del agente causal que origine la infección sistémica.
Diagnóstico de la linfadenitis en perros
El diagnóstico de la linfadenitis canina debe incluir los siguientes puntos:
- Historia clínica y anamnesis: generalmente los perros presentan un cuadro clínico típico de una infección.
- Exploración general: a la palpación se puede apreciar un aumento de tamaño y consistencia de linfonodos superficiales y/o profundos. En casos crónicos, los linfonodos se adhieren a estructuras adyacentes. Los linfonódulos palpables (mandibulares, preescapulares y poplíteos) se pueden palpar tanto en animales sanos como enfermos, aunque en animales enfermos estarán aumentados de tamaño/consistencia. Los linfonódulos profundos (parotídeos, retrofaríngeos, axilares, inguinales) únicamente se palpan cuando están aumentados de tamaño por causas patológicas.
- Pruebas de imagen: serán necesarias cuando la linfadenitis afecte a ganglios linfáticos no palpables, como los mediastínicos o los mesentéricos. En concreto, se realizarán radiografías para la cavidad torácica y ecografías para la cavidad abdominal.
- Punción con aguja fina y citología o biopsia y histopatología: para visualizar a nivel microscópico las células inflamatorias predominantes y así poder diagnosticar el tipo concreto de linfadenitis canina.
- Otras pruebas complementarias: con el fin de determinar la causa concreta de la linfadenitis, se pueden realizar otras pruebas complementarias como analítica sanguínea, análisis de orina, cultivo microbiológico, etc.
Tratamiento de la linfadenitis en perros
El tratamiento de la linfadenitis canina estará condicionado por el agente causal que la ha originado. En función del microorganismo patógeno causante de la infección, se instaurará un tratamiento antimicrobiano con:
- Antibacterianos: en infecciones bacterianas. Es recomendable realizar un cultivo y antibiograma a fin de detectar los antibióticos eficaces frente a la infección y evitar la aparición de resistencias antibióticas.
- Antiparasitarios: en enfermedades parasitarias. Te dejamos más información sobre los Antiparasitarios internos y externos para cachorros que quizás también te puede interesar.
- Antifúngicos: en infecciones fúngicas (por hongos). Para saber más sobre los Hongos en perros, sus síntomas y tratamiento, no dudes en leer este post.
Así mismo, se instaurará un tratamiento de soporte apropiado en función de la patología de base, que podrá incluir antiinflamatorios, fluidoterapia, etc.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- Acosta, B., Álvarez, P., Deniz, S., Rodríguez, L., Real, F., Rosario, I. (1999). Linfadenitis canina por Cryptococcus neoformans. Revista Iberoamericana de Micología; 16:155-157
- Camacho, L. (s.f). Linfadenitis en perro y gato. Anales de medicina y cirugía; 55(241):205-216