Gallina de Guinea

La gallina de Guinea, también conocida como gallina pintada común o pintada gris, recibe en algunos lugares del nombre popular de coquena o cocóna, aunque su nombre científico sea numida meleagris. Estas gallinas son originarios del continente africano, en concreto de la parte central del mismo.

Aunque actualmente se encuentran también en países europeos como Italia o Francia, asiáticos y en América tanto del Norte como del Sur, así como en islas de las Antillas o Madagascar. Aunque estas gallinas viven en estado salvaje en los países de los que son originarias, son muy apreciadas desde hace siglos como gallinas domésticas.

Las gallinas guineanas son gallinas de tamaño mediano, cuya longitud media es de entre 53 y 63 centímetros, presentando un peso que oscila entre los 3,3 y los 4 kilogramos en los gallos y algo menos, 2,6 y 3,3 en las gallinas. Su cuerpo es de forma ovoide, con una cola inclinada hacia el suelo y un cuello estilizado. Su cabeza es de pequeño tamaño y está coronada por un casquete córneo piramidal de color rojizo. Las patas son de color grisáceo y el pulgar está elevado. Las plumas, que es lo más característico de la raza, son de color gris perla o gris azulado, presentando motas blancas de forma redonda. También blanca es su piel, aunque presenta un tono azulado en la cabeza, donde tiene manchas de color negro.

Las gallinas de Guinea son aves exóticas que se han popularizado debido a que tiene una serie de capacidades que las hacen muy deseadas. Estas recaen en su habilidad para consumir insectos sin arruinar las plantas y vegetación del lugar. Por esta razón se han convertido en uno de los métodos de control de plagas más óptimos, pues no acaban con todos los insectos pero sí regulan las poblaciones de los mismos, a la vez que no dañan el ecosistema vegetal de la zona.

Además, son famosas por ser "gallinas guardianas" pues están alerta en todo momento, avisando con sus gritos ante la presencia de cualquier estímulo amenazante. Y además de avisar, no dudan en enfrentarse a lo que sea, pues son muy valientes y hasta puede que un poco arrogantes.

En libertad viven en grupos de unos 20-25 individuos, existiendo rivalidad entre los machos y produciéndose peleas entre ellos. Suelen recorrer grandes distancias, pero siempre corriendo, a que aunque pueden volar cortas distancias pueden recorrer más de 10 km al día corriendo. En la época de anidación las parejas se separan de la bandada, a la que vuelven a unirse terminado este período.

Esta raza de gallina esa una de las conocidas como aves monógamas, pues cuando tienen una pareja esta es de por vida. Es decir, cada macho solo copula con la hembra que es su pareja, por lo que si tenemos varias se recomienda que sea un número igual de machos que de hembras. Para elegir un pareja se sigue un ritual de cortejo, en este el gallo corteja a varias hembras, para aumentar sus posibilidades. Cuando la hembra acepta ya pueden empezar a criar, se produce la cópula, que posteriormente dará lugar a la puesta.

Las gallinas de Guinea realizan puestas de entre 160 y 180 huevos al año. Estos huevos serán depositados en un nido construido por las gallinas en el suelo, buscando un lugar plano y con vegetación. Cada puesta está conformada por unos 7-17 huevos y será incubada por la gallina durante 25-30 días, momento en el que los huevos comienzan a eclosionar. Cuando nacen, los polluelos (que reciben el nombre de keets) serán cuidados por su madre hasta que sean lo suficientemente maduros para comenzar a valerse por sí mismos. Durante este período la madre será la encargada de buscar y proporcionar alimento y protección a sus crías.

Ya sea por lo apreciadas que son por la calidad de los huevos y de la carne, así como por sus apreciadas plumas, algo que ha hecho que estas gallinas hayan sido domesticadas desde hace siglos en África, ya por sus habilidades, no es extraño encontrar gallinas de Guinea en fincas y casas. Si queremos tener una de estas gallinas en nuestro hogar, es necesario que conozcamos todas sus necesidades y requerimientos.

Estas gallinas son omnívoras, por lo tanto, en su dieta debe de haber tanto alimento de origen animal como vegetal, aunque este último en mayor proporción. Dentro del alimento animal encontramos los insectos, que pueden ser recolectados por ellas mismas en el jardín o terreno en el que vivan, de lo contrario hemos de dárselo nosotros. En el alimento vegetal existen múltiples fuentes como las frutas, tubérculos, granos, semillas o flores.

Estas gallinas tienen la costumbre de dormir en árboles o lugares altos, por lo que se recomienda que en su recinto o jardín donde viven haya árboles o plataformas para este fin. Son buena elección si queremos gallinas pero también nos importa mantener nuestro jardín o nuestras plantas en buen estado, ya que ellas son muy respetuosas y no destrozarán nuestras preciadas flores y sembrados.