Diferencias entre bulldog francés macho y hembra

Muchos tutores principiantes se preguntan “cómo saber si mi bulldog francés es macho o hembra”, principalmente cuando acaban de adoptar a un cachorro. La estrategia más rápida y sencilla es poner atención a los rasgos físicos del individuo, ya que hay varias diferencias morfológicas entre perros y perras que podemos detectar a simple vista.

Lógicamente, una de las más evidentes diferencias entre bulldog macho y hembra a nivel morfológico tiene que ver con la anatomía y el aspecto de los genitales. En las hembras, la presencia de la vulva es perceptible desde las primeras semanas de vida, al igual que el pene en los machos. Respecto de los testículos, en la amplia mayoría de los cachorros machos, estos deberían descender entre la segunda y la tercera semana de vida, y un tiempo mayor a seis meses podría indicar un caso de criptorquidia. Para leer más sobre este tema, consulta el siguiente artículo: “A mi cachorro no le bajan los testículos, ¿por qué?”.

Perros y perras también tienen una contextura corporal distinta, ya que, generalmente, los machos son más altos y robustos que las hembras. Así pues, el tamaño y el peso corporal son otras de las diferencias entre bulldog francés macho y hembra que saltan a la vista. Y según el estándar de la raza publicado por la Federación Cinológica Internacional (FCI), estas son las cifras de referencia para cada sexo:

• Bulldog francés macho: la altura a la cruz varía entre 27 cm y 35 cm, mientras que un peso corporal saludable debería encuadrarse entre 9 kg y 14 kg.
• Bulldog francés hembra: la altura a la cruz puede ir desde 24 cm hasta 32 cm, mientras que la variación del peso corporal se considera saludable entre 8 y 13 kg.

Por otro lado, las variaciones en el patrón y colores del bulldog francés no dependen del sexo, pero sí de la composición genética de cada individuo. Cabe mencionar que hay cierto desacuerdo entre las asociaciones caninas internacionales respecto a qué colores se consideran aceptables o deseables en esta raza de perros franceses. Mientras que la FCI solo menciona el color leonado o leonado atigrado (con o sin manchas blancas), el AKC es más flexible, definiendo como aceptables los siguientes colores: blanco, crema, beige (desde beige claro hasta rojo beige), así como cualquier combinación de los anteriores.

Hoy en día, se reconoce que el carácter y el comportamiento de un perro dependen menos de factores genéticos, como la raza y el linaje, que de aspectos relacionados a su crianza, como el ambiente donde vive, la educación que recibe y las experiencias vividas, principalmente durante sus primeros meses de vida.

De hecho, estudios más recientes nos transmiten que menos del 10 % de las variaciones de comportamiento en los perros pueden atribuirse a la genética. Por ende, las principales diferencias entre bulldog francés macho y hembra, en términos comportamentales, pueden atribuirse a las diferencias de crianza de cada individuo, y no a los sexos distintos.

Temperamento general del bulldog francés

Una de las características más valoradas en el bulldog francés macho y hembra es su carácter muy juguetón, dócil y sociable. Son perros de compañía por excelencia, que disfrutan muchísimo de recibir caricias de sus tutores y jugar con los niños. También tienen mucha facilidad de relacionarse con otros individuos, soliendo convivir pacíficamente con otros perros, gatos y animales de compañía de otras especies. De hecho, estos peludos regordetes demandan mucha atención y, si están mucho tiempo solos, pueden desarrollar problemas de conducta relacionados con la ansiedad por separación o incluso un cuadro de depresión.

Un buen proceso de socialización es fundamental para prevenir un comportamiento posesivo o celoso, principalmente en relación a su tutor o sus familiares, que se observa con cierta frecuencia en individuos de esta raza. Lo ideal es que un bulldog macho o hembra empiece a ser socializado antes de su tercer o cuarto mes de vida, que es cuando culmina el periodo sensible de la socialización del perro. Aquí te contamos cómo llevar a cabo este proceso: “¿Cómo socializar a un perro cachorro correctamente?”.

No obstante, es posible y necesario socializar a los perros adultos para promover una convivencia armónica con otros individuos y un comportamiento más seguro y estable, dentro y fuera del hogar. Por ello, en ExpertoAnimal también compartimos "Consejos de socialización para perros adultos".

Otra de las importantes diferencias entre bulldog francés macho y hembra está relacionada con los ciclos reproductivos, los cuales conocemos popularmente como “celo” y que tendrán inicio cuando el perro alcance la madurez sexual. Tratándose de un perro de talla pequeña, se estima que un bulldog francés alcanzará su madurez sexual alrededor de su 6 u 8 mes de vida. No obstante, la edad exacta del primer celo puede variar en función de factores internos y externos al organismo de cada individuo. Además, los machos pueden tardar algo más que las hembras en volverse sexualmente activos.

A continuación, veamos algunas diferencias entre bulldog macho y hembra relacionadas con el celo:

• Machos: después de alcanzar la madurez sexual, los perros bulldog francés machos estarán dispuestos a aparearse durante todo el año y casi toda su vida.
• Hembras: el celo en las perras se divide en cuatro fases (el proestro, el estro, el diestro y el anestro), y es solo durante el estro que son fértiles y receptivas a los machos. Por lo general, una perra experimenta dos celos al año, con duración de 15 a 21 días, mientras que el estro suele durar, como máximo, entre 6 y 9 días. Y un bulldog francés hembra puede parir hasta cuatro cachorros por camada.

También son distintos los síntomas de celos en perros y perras. Si bien ambos sexos tienden a mostrar un comportamiento más inquieto, marcado por la intensificación de comportamientos sexuales como el marcaje, la monta y el escapismo, solo las perras presentarán el típico sangrado vaginal, acompañado de enrojecimiento e inflamación de la vulva. Si quieres profundizar en este tema, te recomendamos la siguiente lectura: “Celo en perros: síntomas, duración y fases”.

Teniendo en cuenta todo lo que vimos hasta aquí, te habrás dado cuenta de que el sexo por sí solo no debería ser un factor determinante a la hora de decidir si es mejor adoptar a un bulldog macho o hembra. Lógicamente, conocer las diferencias entre los sexos puede orientar una decisión más consciente y compatible con tus expectativas y preferencias. Sin embargo, lo más importante es que estés familiarizado con los cuidados del bulldog francés para evaluar si tendrás el tiempo, la solvencia económica y la paciencia necesaria para brindar a tu mejor amigo una óptima calidad de vida.

En este sentido, algo que no puedes ignorar es que existen muchas enfermedades comunes en el bulldog francés y varias de ellas están relacionadas con la intensa manipulación genética involucrada en el desarrollo de esta raza canina. Su condición braquiocefálica no solo los predispone a las dificultades respiratorias, los ronquidos y el llamado “síndrome del perro braquiocefálico”, sino que también los hacen más vulnerables a los golpes de calor. Además, son muy frecuentes las alergias y las enfermedades en la piel. Y todo esto puede (y suele) traducirse una mayor inversión de tiempo y dinero en medicina preventiva y tratamientos veterinarios.

En el caso de las hembras, esta inversión puede incrementarse aún más cuando consideramos los cuidados durante el embarazo y para asegurar un parto seguro. Ello es así porque las hembras de bulldog francés necesitan de una cesárea para parir a sus cachorros, ya que la condición braquiocefálica imposibilita que los mismos atraviesen el canal de parto. Esta intervención quirúrgica puede ser bastante costosa, en especial si se hace de urgencia o si la perra presenta complicaciones durante el procedimiento.

Castración de machos y hembras

Dada la altísima prevalencia de enfermedades en el bulldog francés, se recomienda la castración de los individuos de esta raza. Castrar a una perra suele ser más costoso que castrar a un perro, debido a que se trata de un procedimiento quirúrgico más complejo y demorado. De la misma manera, en caso de existir complicaciones después de la castración, las mismas también pueden demandar una mayor inversión financiera en el caso de las hembras.

No obstante, ten en mente que son muchos más los beneficios de castrar a un perro macho o hembra, tanto para su salud como para su comportamiento. Por ello, antes de despedirnos, queremos invitarte a leer el siguiente artículo: “Castrar a un perro - Precio, posoperatorio, consecuencias y beneficios”.

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