Curiosidades sobre los delfines

¿Cuántos tipos de delfines hay en el mundo? Como te hemos adelantado en la introducción, los delfines o delfines oceánicos son mamíferos que pertenecen a la la familia Delphinidae, la cual engloba más de 30 especies distintas. Por eso, la primera de las curiosidades del delfín es que se estima que existen más de 2.000 delfines en cautividad, que viven en parques acuáticos, delfinarios e incluso en recintos comerciales.

No es posible ofrecer un dato exacto en cuanto a la población de delfines en libertad, pero se situaría alrededor de los 9 millones de individuos. Los delfines son animales gregarios, es decir, con tendencia a agruparse, pudiendo crear grupos de hasta 1.000 ejemplares, los cuales se comunican y relacionan entre ellos.

No dudes en echarle un vistazo al siguiente post sobre los Tipos de delfines, a continuación.

El hábitat de los delfines y su migración puede variar dependiendo de varios factores, como la abundancia de alimentos, la temperatura o la distancia hasta la orilla. Suelen decantarse por aguas poco profundas, cercanas a la costa, de climas tropicales y templados, evitando así las aguas más frías. Por ese motivo, podemos encontrar delfines en prácticamente cualquier lugar del mundo.

Te dejamos el siguiente artículo de ExpertoAnimal para que descubras otros Animales que migran: por qué migran y ejemplos.

Las formas de comunicación que emiten los delfines al relacionarse entre sí y con el entorno es probablemente uno de los aspectos que ha generado un mayor interés en la comunidad científica. Los delfines utilizan un método muy desarrollado y sensible que recibe el nombre de "ecolocalización" para recibir información del entorno en el que se encuentran, pero también realizan "especializaciones vocales" de alta y baja frecuencia para comunicarse entre ellos e incluso con otros individuos marinos.

Dado que algunas marsopas parecen utilizar el sistema de ecolocalización de forma rítmica para comunicarse entre sí y no solo para interactuar con el medio, se estima que los delfines también pueden haber desarrollado las especializaciones vocales y auditivas, generando así un sistema de comunicación variado y complejo. ^[1]

La gran variedad de silbidos producidos por los delfines pueden variar según el ruido ambiental ^[2] y la variedad y complejidad de los mismos demuestra sus importantes habilidades cognitivas. Algunas de las funciones de los silbidos son el reconocimiento de individuos concretos, la cohesión en el grupo o la coordinación de movimientos, caza o vigilancia entre otras. ^{[3] [4]}

Te contamos más sobre La comunicación de los delfines en el siguiente post.

Un estudio realizado en un grupo delfines mulares (Tursiops sp.) en libertad reveló que algunos individuos, en su mayoría hembras, hacían uso de esponjas como herramientas durante el forrajeo. Después de observarles durante días se concluyó que las usaban para la búsqueda de alimento.

Aunque esta hipótesis es la más respaldada, también se estima que los delfines puedan utilizar las esponjas para las actividades relacionadas con el juego o bien que se aprovechen de algunos de sus componentes, por ejemplo para fines medicinales. En cualquier caso, el transporte de esponjas es una especialización común del comportamiento en los delfines. ^[5]

Los delfines no sueñan del mismo modo que otros mamíferos, de hecho, un estudio publicado en 1964 explicaba que los delfines nariz de botella (Tursiops truncatus) dormían con un ojo abierto y uno cerrado y sugerían que podía deberse a un estado de alerta ante posibles depredadores. No obstante, no se observó ninguna correlación fisiológica entre el hemisferio cerebral y el ojo abierto, por lo que no se pudo demostrar que este tipo de comportamiento tuviera una función real de vigilancia.

Más adelante, otro estudio realizado en delfines blancos del Pacífico (Lagenorhynchus obliquidens) en cautividad mostraba que este grupo en concreto abría o cerraba los ojos en función de la posición en la piscina de otros miembros del grupo, por tanto, se estima que abren y cierran los ojos durante las horas de sueño para asegurar el contacto visual con otros miembros de su mismo grupo social. ^[6]

En las primeras etapas de vida, el delfín se alimenta únicamente de leche materna, hasta que empieza a cazar por sí mismo y a alimentarse de otros recursos. Los delfines son carnívoros y su dieta se basa principalmente en el consumo de peces, pulpos, moluscos y otros invertebrados.

Los delfines pueden llegar a devorar presas sorprendentemente grandes, incluso aquellas que puedan superar los 4 o 6 kilogramos, ya que engullen en lugar de masticar. Esta forma de alimentación evita que se puedan clavar las espinas o las aletas de sus presas.

Te presentamos otros Mamíferos carnívoros: características y ejemplos.

Los delfines son animales racionales, es decir, son capaces de comprender y representar el entorno en el que viven, realizar pensamientos lógicos y sacar conclusiones de los mismos. También pueden modificar sus comportamientos de forma intencionada creando así nuevos modelos de interacción y buscando nuevas perspectivas u objetivos. Se trata de animales inteligentes, tanto a nivel conductual, cognitivo o social.

Ellos tienen conciencia de sí mismos, son capaces de llevar a cabo distintos procedimientos o métodos, tienen conciencia social y también muestran un dominio complejo del lenguaje y las formas de comunicación naturales de la especie. ^[8]

Mientras se realizaba un estudio en delfines nariz de botella (Tursiops truncatus) en cautiverio se observó comportamientos homosexuales y heterosexuales en los individuos, así como la práctica de masturbación en los machos. ^[7] Así mismo, un documental sobre la homosexualidad en el reino animal de National Geographic, señala a los delfines como criaturas muy afectivas que llevan a cabo prácticas sexuales regulares, que incluyen el sexo en pareja con miembros del mismo y de distinto sexo o que practican sexo en grupo.

Son extremadamente poco comunes los casos de ataques de delfines hacia seres humanos en libertad. En la mayoría de casos se trata de delfines que confunden a las personas con presas, por lo que terminan soltándolas, pero también puede ocurrir si los humanos les molestan o intentan interactuar con ellos.

Por el contrario, los casos de ataques de delfines hacia personas en cautividad son más comunes y algunas organizaciones de defensa de los delfines, como SOS Dolphins, señalan las condiciones de vida de estos animales como causa principal.

Las condiciones de vida de los delfines en cautividad afectan directamente a su bienestar físico y psicológico. Aunque se les intente ofrecer un entorno amplio y se practique estimulación mental con ellos, lo cierto es que las limitaciones en cuanto a espacio y los constantes estímulos auditivos y sonoros merman la calidad de vida de los delfines en cautiverio. También influyen la falta de agua marina natural o la alimentación a base de pescado congelado. La esperanza de vida de los delfines en cautividad ronda los 20 años, mientras que en su medio natural se sitúa alrededor de los 50 años.

Al margen de los factores anteriormente mencionados, también se debe prestar especial atención a la socialización de los delfines, pues en su mayoría no cuentan con un grupo suficientemente amplio. Otros han visto introducidos en sus piscinas ejemplares de otras familias, o peor aún, también existen delfines que viven solos.

Todos estos factores causan estrés y ansiedad en estos cetáceos tan inteligentes, pudiendo generar un estado de estrés crónico que actúe directamente en su sistema inmunitario predisponiéndoles a padecer diversas enfermedades. Por ese motivo, cada vez más organizaciones luchan para que se pueda trasladar a los delfines en cautividad a santuarios y refugios marinos especializados.

Otro de los datos curiosos del delfín es que son capaces de renovar su piel cada dos horas. Esto lo hacen con la finalidad de poder moverse rápidamente por el agua, ya que su piel tiene unas crestas micro dérmicas que les permite atrapar las moléculas de agua y moverse más y mejor. De hecho, son capaces de alcanzar los 50 kilómetros por hora.

Aunque nos parezca sorprendente esta curiosidad sobre los defines, lo cierto es que los humanos también lo hacemos. Básicamente, cuando "renuevan la piel" lo que hacen es sacudirse para desprenderse de las células muertas y reemplazarlas por nuevas. Lo hacen nueve veces más rápido que los humanos.

Aunque para algunos sea impactante, lo cierto es que sí, los delfines se drogan, pero no lo hacen de la forma en la que estamos pensando. El concepto que nosotros conocemos como droga es antropocéntrico y nuestra percepción puede estar condicionada.

Ya en 1995, Lisa Steiner, observó que los delfines nariz de botella en las islas Azores de Portugal tenían un comportamiento peculiar. Básicamente, algunas especies ingieren de forma voluntaria sustancias psicoactivas. En el caso de los delfines, lo que hacen es interactuar con los peces globo, quienes tienen liberan toxinas y ejercen de "droga" para los delfines.

Los delfines son cetáceos y, como tales, beben agua. Aun así, los delfines no beben agua salada como lo harían otros animales, ya que ellos tienen bajas cantidades de sal en su organismo. Al igual que nosotros, los humanos, no beberíamos agua del mar, ellos tampoco.

Cuentan con un riñón reniculado, un órgano encargado de procesar las sales casi en su totalidad para expulsarlas a través de la orina. Por ello, su orina puede tener concentraciones de sal mayores a las existentes en el agua del mar. Lo mismo ocurre con otros mamíferos de mar, como el león marino.

Aunque esta curiosidad de los delfines no está del todo probada o demostrada, cuando nace un delfín su madre emite un sonido único y personal, un silbido agudo, que permite identificarlo. Así, cada vez que un delfín entra a un nuevo grupo o se va, todos reproducen este mismo sonido.

Ahora que ya conoces más de 10 curiosidades de los delfines, vamos a contarte otros datos curiosos de ellos que pueden seguir sorprendiéndote:

• Los delfines provienen de los animales terrestres.
• Algunos de ellos sirven al ejercito.
• Utilizan los dientes para atrapar a sus presas, pero no las mastican, sino que las engullen.
• Pueden saber cuándo una mujer esta embarazada.
• Respiran a través de un espiráculo.
• Pueden estar hasta 10 minutos debajo del agua.
• En cautiverio pueden vivir hasta 60 años y, en vida silvestre, entre 10-20.
• Nadan cabalgando las olas, es decir, entrando y saliendo del mar constantemente.
• No cuentan con olfato.
• Respiran voluntariamente, es decir, no lo hacen de forma inconsciente como nosotros.

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