¿Cuánto puede vivir un perro con demencia senil?

La prevalencia de esta enfermedad no se conoce con exactitud, ya que la mayoría de los tutores de perros creen que es un proceso asociado a la edad y rara vez lo comunican a su veterinario. No obstante, algunos datos reflejan un 5% a un 41% de epidemiología de pacientes a partir de los 10 años, siendo muy común en canes que rondan los 16 años (61%).

En relación con lo anterior, los perros más mayores son los que más probabilidad tienen de sufrir la enfermedad, además de las hembras y los machos castrados (se cree que aumentan la prevalencia en estos grupos porque tienen más esperanza de vida).

En cuanto a la supervivencia estimada, no se puede dar una cifra con exactitud, ya que es una patología que aparece en animales muy longevos, por lo que existen multitud de factores que interfieren a la hora de estimar un tiempo estimado.

No obstante, si se instaura un tratamiento de forma precoz a una edad no muy avanzada, algunos signos clínicos pueden mejorar y se puede frenar la progresión de la enfermedad, por lo que en cierta parte es una forma de alargar la supervivencia del animal. Además, es muy infrecuente establecer como causa de la muerte la demencia senil. Al tratarse de perros senior, suelen aparecer enfermedades asociadas a la edad que actúan como la causa principal de la muerte.

Ahora que ya sabes cuánto puede vivir un perro con demencia senil, en este apartado vamos a mencionar algunas de las terapias más recomendadas para revertir los síntomas y frenar la progresión de la enfermedad. En primer lugar, algunos estudios reflejan datos esperanzadores acerca de los beneficios de la estimulación mental a través de juego, entrenamiento, ejercicio y juguetes manipulables. No obstante, todo ello es más efectivo con un tratamiento dietético de base.

Un fármaco que ha mostrado buenos resultados es la Selegilina, sin embargo, no está autorizada su comercialización en Europa para el tratamiento de la disfunción cognitiva. La Propentofilina sí que está licenciada en Europa para el tratamiento de la demencia senil. Es un fármaco que mejora la circulación sanguínea a nivel cerebral e inhibe la aparición de trombos. No obstante, no se han encontrado grandes mejoras al utilizarlo en pacientes con disfunción cognitiva.

Las dietas y suplementos alimentarios con ácidos grasos esenciales, antioxidantes y otras sustancias, han demostrado ser beneficiosas a la hora de controlar esta patología. Existen dos dietas comerciales que han demostrado tener efectos a la hora de mejorar la memoria y el aprendizaje en perros. Algunos ingredientes importantes, a parte de los anteriormente mencionados son: vitaminas C y E, betacarotenos, selenio y L-carnitina. Para saber más sobre la "Vitamina E para perros: dosis y usos" consulta el siguiente enlace.

El uso de la dieta por sí misma ya tiene muchas ventajas, pero si se utiliza de forma conjunta a la estimulación mental los resultados son mayores. Para perros con una dieta específica y obligatoria (por alguna enfermedad) existen complementos en forma de pastillas que reúnen algunas de las moléculas anteriormente mencionadas, por lo que es una vía que permite tratar la disfunción cognitiva sin dejar de lado otras enfermedades importantes.

Hasta el momento, la demencia senil sólo puede ser controlada o reducir su avance, ya que es una enfermedad neurodegenerativa ante la que no existe un tratamiento resolutivo al 100%. En los perros de edad avanzada se observa una pérdida de masa cerebral en algunos lóbulos cerebrales, así como un adelgazamiento de las meninges.

Estas lesiones son prácticamente irrecuperables. La pérdida de neuronas en el hipocampo se ha relacionado con la pérdida de memoria. Este proceso no puede revertirse ya que la mayoría de animales para esa edad han perdido la capacidad de regeneración neuronal. Como se comenta en el apartado anterior, estimular mentalmente a los canes permite mantener estas neuronas del hipocampo por más tiempo.

El estrés oxidativo también deteriora el funcionamiento del sistema nervioso central. A partir de este descubrimiento, las dietas con antioxidantes son una de las herramientas más potentes que existen para frenar el avance de la enfermedad.

Como ocurre en el Alzheimer en humanos, en los perros la acumulación de proteínas anómalas (sustancia amiloide beta), se ha correlacionado con un aumento de la disfunción cognitiva a mayor tasa de acumulación de esta sustancia en tejido neuronal. Por último, microhemorragias o infartos cerebrales pueden ser la causa de la enfermedad, sobre todo en procesos en los que la evolución del paciente es más rápida.

Como sugerencia, puede que te interese el siguiente artículo sobre el "Alzheimer en perros o disfunción cognitiva: tratamiento y síntomas".

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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