¿Cómo hacer que dos perros se lleven bien?

Lamentablemente, es imposible anular el riesgo de que nuestro perro se lleve mal, al menos al principio, con el nuevo perro que hemos introducido en su espacio y rutina. Es natural que los perros quieran proteger su territorio y los recursos que allí se encuentran para asegurar su bienestar, y la introducción de un segundo perro en casa significa un gran cambio en su día a día y supone la necesidad de compartir no solo el espacio físico y los recursos materiales, sino también la atención de sus compañeros humanos.

Entonces, es muy probable que al principio tu mejor amigo tenga ciertas dificultades para aceptar a su nuevo compañero, e inclusive rechace cualquier tipo de interacción. Si esto sucede, lo primero que debes saber es que es fundamental actuar con tranquilidad y bastante objetividad, porque si te predispones a reaccionar de forma agresiva o descontrolada, solo aumentarás el nivel de estrés y tensión implícito en una situación de conflicto, y esto puede hacer que una enemistad entre dos perros evolucione hacia una disputa directa o una pelea.

¡Recuerda que la violencia solo genera más violencia! Entonces, olvídate de los gritos y los castigos, y concéntrate en apaciguar la situación. Aquí tienes algunos consejos útiles si tus perros no se llevan bien:

• Jamás obligues a dos perros a interactuar. Para hacer que dos perros se lleven bien, las interacciones entre ellos deben ser siempre espontaneas y, para que el resultado sea positivo, el ambiente también lo debe ser. Si los obligas a interactuar en contra de su voluntad y compartir un espacio que antes era exclusivo de uno de ellos, el resultado probablemente será negativo.
• No los regañes. Si tienes que indicar a uno o a ambos perros que se están portando mal, un firme “¡No!” es suficiente para decir a un perro que está llevando a cabo una conducta inapropiada, así como desviar la atención hacia algo positivo para guiar la conducta (como veremos en el siguiente punto). No te sobrepases con el regaño ni emplees cualquier forma de castigo físico porque puedes hacer que el perro se sienta confuso o amenazado, dando lugar a que adopte una postura defensiva u ofensiva para protegerse o defenderse.
• Desvía el foco de atención en caso de conflictos. Si percibes que dos perros están a punto de entrar en un conflicto por un determinado objeto (por ejemplo, un juguete), trata de desviar el foco de su atención hacia otra cosa que les interese (una golosina, otro juguete, etc.).
• Paséalos juntos. Puedes proponer un paseo para que los perros dejen de concentrarse en la disputa por cierto recurso y se vean beneficiados por un terreno neutral (ambos sabrán reconocer que la calle es un territorio común y compartido con otros individuos, por lo que hay un menor riesgo de disputas entre ellos). En caso todos los casos, el paseo es un momento positivo y deseado, por lo que para conseguir que dos perros se lleven bien es recomendable pasearlos a la vez. De esta forma, se relacionarán con ese estímulo tan bueno para ellos.
• Sepáralos durante un tiempo. En caso de que los conflictos sean permanentes en el hogar, una buena estrategia puede ser que los perros vivan en casas separadas por un tiempo y que fomentes las primeras interacciones en un ambiente neutral (en un parque o plaza, por ejemplo). Si tienes a alguien de confianza que pueda alojar a tu nuevo perro durante algunas semanas (sin que esto implique conflictos con sus propios perros u otros animales de compañía), esta podría ser una opción para calmar los ánimos y darles la oportunidad de conocerse poco a poco.
• Valora la castración. Si has adoptado a dos perros machos que se llevan mal, ten presente que los instintos sexuales y territoriales pueden hacer que la convivencia de dos perros machos no castrados sea particularmente difícil, en especial después de alcanzar la pubertad, cuando se producen cambios hormonales muy significativos y se intensifican los comportamientos asociados al deseo sexual, la protección del territorio y la competencia por las hembras disponibles. Igualmente, la convivencia entre hembras enteras puede tornarse realmente complicada por los mismos motivos. En estos casos y aún cuando no hay una hembra o macho cerca, un perro macho o hembra puede ver a otro macho o hembra como un rival con el cual tiene que disputar sus recursos. Entonces, para evitar peleas y favorecer una convivencia pacifica, se recomienda llevar a cabo la castración de los perros y perras que comparten el mismo hogar, ya que este procedimiento, además de prevenir enfermedades, puede tener un impacto positivo en la conducta del can, reduciendo o inclusive eliminando conductas relacionadas con la monta sexual, el escapismo o el marcaje. E independiente de que decidas o no castrar a tus perros, aquí tienes algunos Consejos para hacer que dos perros machos no se peleen y en este otro post te explicamos con más detalles Por qué tu perra ataca a tu otra perra.
• Busca la ayuda de un profesional. Cuando dos perros se llevan muy mal, si ambos o uno de ellos tiene serias dificultades para interactuar con otros individuos o muestra signos de agresividad, es muy recomendable consultar a un experto en etología canina para tratar de identificar la causa de este problema de comportamiento y establecer pautas de manejo compatibles con los requerimientos de cada can.

Por último, si dos perros que se llevan mal llegan a pelearse dentro del hogar, aquí te explicamos Cómo actuar ante peleas entre perros que conviven.

Hemos visto las medidas que debemos adoptar cuando dos perros se llevan mal, sin embargo, si lo que queremos es mejorar la relación entre ambos para evitar conflictos, es fundamental entender el porqué de esta situación. Por ello, la primera pregunta que deberías hacerte es: “por qué mis perros se pelean” o "cómo llegan dos perros a odiarse”. Aunque en el apartado anterior hemos comentado algunos de los motivos, conozcámoslos todos con más detalle:

• Falta de socialización. Exponer a los perros a diferentes estímulos desde que son cachorros les permite aprender a relacionarse de forma positiva con ellos. Esto incluye a otros perros, personas y animales. Por este motivo, un perro que no ha sido debidamente socializado puede mostrar rechazo a la llegada de un nuevo compañero canino al hogar, haciendo que la convivencia entre ellos sea una auténtica pesadilla.
• Presentación incorrecta. Aunque el perro haya recibido una correcta socialización, la intrusión de un perro desconocido en su territorio puede verse como algo negativo si no se lleva a cabo una adecuada presentación entre ellos. Si no ha sido socializado, una mala presentación empeorará todavía más la situación.
• Competencia. Como hemos comentado en el apartado anterior, cuando conviven perros del mismo sexo que no han sido esterilizados, pueden competir entre ellos por la disponibilidad de machos o hembras, por los recursos, etc. En estos casos, como hemos dicho, es recomendable valorar la castración de ambos perros, así como garantizar que cada uno disfruta de sus propios recursos (cama, juguetes...).
• Diferencia de edad. En ocasiones, cuando se adopta un cachorro y en el hogar vive un perro anciano, es posible que el más mayor no tolere la energía del recién llegado, por lo que prefiera no interactuar con él e incluso intente marcar distancia mediante gruñidos o ladridos. En estos casos, si el mayor no hace daño al pequeño, no tenemos por qué intervenir.
• Manejo erróneo por tu parte. ¿Tratas a los dos perros por igual o eres más estricto con uno de ellos? Si ahora prestas más atención al recién llegado e ignoras al perro que ya vivía en el hogar, es normal que asocie al nuevo de forma negativa y lo rechace. Es muy importante que te muestres imparcial y prestes las misma atención a los dos perros.

Ahora que conocemos las diferentes causas que provocan que dos perros se lleven mal, debemos identificar la que lleva a los nuestros a odiarse hasta el punto de pelearse para poder tratarla. En este punto, podemos adelantarte que, en la mayoría de los casos, una relación tan conflictiva entre dos perros se debe a una socialización deficiente y a un inadecuado proceso de presentación. Por ello, principalmente nos centraremos en estos casos:

La importancia de socializar a los perros

Sigamos el orden natural de las cosas y concentrémonos primero en lo primero, que en este caso es la socialización del perro. Si queremos hacer que dos perros se lleven bien, antes de nada debemos asegurarnos de que cada uno de ellos haya tenido la posibilidad de entrar en contacto con una diversidad de estímulos e individuos para asimilar un buen número de recursos que le permitirá gestionar sus propias emociones y lidiar con una serie de situaciones inesperadas o desconocidas a las que se verá expuesto a lo largo de su vida.

Esto solo es posible cuando un perro es socializado correctamente, principalmente durante las primeras semanas de su vida, cuando se da el período de socialización durante el cual los cachorros aprenden a reconocer a las especies amigas. Así mismo, es posible y muy necesario socializar a los perros adultos, en especial si pretendemos que compartan su hogar con otros individuos, porque un can que no ha sido socializado puede tener problemas de interacción con otros perros, incluso en espacios comunes (por ejemplo, durante sus paseos).

Para ayudarte, en ExpertoAnimal te contamos Cómo socializar a un cachorro y Cómo llevar a cabo la socialización de un perro adulto.

Una correcta presentación

Pasemos ahora a la segunda medida clave para hacer que dos perros se lleven bien, que es presentarlos correctamente desde el principio. Ten en mente que la invasión brusca de un espacio que el perro considera como propio puede ser un desencadenante de conflicto, especialmente si se produce por parte de un can desconocido o con el que no se tiene una buena relación previa. Entonces, la mejor estrategia para evitar peleas entre dos perros o conflictos es presentar previamente a los perros atados con sus correas en un territorio neutro, como un parque o una plaza, durante sus paseos diarios.

Una vez que los perros se hayan podido saludar y olfatear mutuamente, lo más recomendable es dar un paseo juntos para que se puedan conocer mejor y relajarse. Al finalizar el paseo, irán juntos a casa y, por precaución, el perro invitado entrará primero y se le dará la oportunidad de explorar el espacio sin el otro animal presente. Solo cuando veamos que ambos se sienten cómodos, los podemos soltar y dejar que se relacionen libremente entre ellos. Estos primeros pasos pueden repetirse varias veces durante varios días hasta que percibamos que los dos perros parecen interactuar espontánea y armoniosamente en este espacio común, que es la casa que deberán compartir de ahora en adelante.

No obstante, si llegado el momento todavía no te sientes seguro acerca de la reacción que puedan tener, una solución sencilla sería instalar una valla o puerta auxiliar en tu casa que ejerza de barrera física entre los animales, pero que les permita verse y olfatearse sin problemas para ir habituándose el uno al otro. Esta es una manera de imponer cierta distancia de seguridad durante sus primeros días de convivencia en el hogar sin recurrir al encierro, ya que este es un método poco recomendable por sus efectos contraproducentes en el comportamiento de los perros.

Ya hablamos de los dos primeros y más fundamentales pasos, que son: trabajar en la socialización de cada uno de los perros y presentarlos correctamente en un ambiente neutral hasta que se hayan acostumbrado a la presencia del otro y puedan empezar a compartir el mismo hogar. Cuando llegue este momento, será clave que hayas preparado tu casa para que los perros no tengan que pelearse por el espacio y los recursos disponibles. Esto significa que cada uno de ellos deberá tener sus propios recursos, es decir, su propia cama, sus propios comederos y bebederos y sus propios juguetes, los cuales eventualmente podrán compartir, pero siempre partiendo de una legitima voluntad y no de una escasez de recursos.

Asegúrate también de proporcionales un ambiente enriquecido donde ambos tengan la oportunidad de ejercitarse, gastar energía y entretenerse cuando se queden solos. Y cuando estés en casa, trata de presentarles juegos de inteligencia y actividades que puedan disfrutar conjuntamente, recordando siempre distribuir tu atención y tus caricias de forma equitativa entre los dos perros para evitar conductas celosas o posesivas que serán motivo de conflicto. Dicho todo esto, a la hora de juntar a dos perros que se llevan mal ten en cuenta los siguientes pasos:

1. Lleva a cabo la presentación tal y como hemos explicado en el apartado anterior.
2. Júntalos dentro de casa solo cuando veas que no hay peligro y de forma espontánea el perro más antiguo permite que el nuevo entre.
3. En caso de haber fijado una valla, realiza un primer acercamiento cuando hayas observado que llevas días oliéndose sin gruñirse y sin mostrar signos de amenaza.
4. Emplea el refuerzo positivo en todo momento con ambos perros para lograr que se asocien con estímulos buenos para ellos.

Por último y no menos importante, no descuides la educación de tus perros porque es tu responsabilidad como tutor enseñarles las conductas que fomentarán una buena convivencia. Todos los perros deberían aprenden al menos las órdenes básicas de obediencia y la mejor forma de mantenerlos motivados durante el entrenamiento es usando el refuerzo positivo para reconocer sus esfuerzos y estimular su aprendizaje.

Además, para hacer que dos perros se lleven bien compartiendo el mismo hogar, es importante que enseñes al nuevo integrante de la familia a respetar el espacio y las posesiones del otro can.

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