Apiretal para perros - Dosis y efectos secundarios

Como avanzamos, el apiretal es paracetamol, también conocido con el nombre de acetaminofén. Se trata de un fármaco que se incluye en el grupo de los medicamentos conocidos como analgésicos y antipiréticos, es decir, actúa contra el dolor y la fiebre, pero no tiene efecto antiinflamatorio. Su uso es habitual en medicina humana, pero lo cierto es que el apiretal para perros es poco utilizado, al disponerse de otros fármacos más seguros.

Aunque parezca obvio, en este punto hay que recordar que un perro no es igual que un humano. Su metabolismo o su capacidad para procesar el fármaco en el cuerpo no es la misma que la de una persona. Por este motivo, nunca debemos darle ninguna de nuestras medicinas. Que se puedan comprar sin receta, estén en prácticamente la totalidad de los botiquines caseros o las consumamos nosotros mismos con frecuencia y nos funcionen con éxito no implica, en ningún caso, que en un perro actúen de la misma manera o sirva la misma dosificación. No asimilemos, por lo tanto, que podemos automedicarlos sin que pase nada, ya que podríamos ser los responsables de una intoxicación de gravedad.

En el caso concreto que nos ocupa del apiretal para perros, hay opciones más seguras y especialmente formuladas para esta especie que van a ofrecer eficacia y seguridad y que nos puede recetar el veterinario antes que el apiretal. En cualquier caso, la decisión de medicar al perro con apiretal solo la puede tomar el veterinario.

Además, no podemos perder de vista que los tratamientos se pautan con un motivo, es decir, es imprescindible tener un diagnóstico previo. El efecto del apiretal es analgésico y antipirético, por lo que su uso estaría justificado solo en casos de dolor o de fiebre. Si no hemos confirmado que es eso lo que le sucede a nuestro perro, puede ser incluso contraproducente medicarlo. En resumen, dar apiretal a nuestro perro sin consejo veterinario puede provocarle una intoxicación.

El apiretal, dadas sus propiedades analgésicas y antipiréticas, se usa para combatir el dolor calificado de leve a moderado, así como los estados febriles. A este respecto, hay que tener en cuenta que es difícil valorar la intensidad del dolor del perro y que la fiebre solo se puede determinar utilizando un termómetro y no, por ejemplo, controlando la temperatura o la humedad del hocico. Por otra parte, la temperatura normal del perro oscila entre 37,8 y 39,2 ºC, no es como la nuestra. Si pasamos por alto estos aspectos, es fácil que nos equivoquemos si pretendemos solucionar un problema de salud dando apiretal al perro.

Insistimos en que solo el veterinario tiene la capacidad de decidir si nuestro perro puede tomar o no apiretal y solo él puede recetarnos la dosis más adecuada, tras examinar el caso concreto y las características de nuestro perro. De media, podemos hablar de unos 10-20 mg por cada kg de peso dos o tres veces al día, pero solo el veterinario puede indicarnos la posología adecuada y debemos seguir sus indicaciones a rajatabla para evitar sustos. También hay que tener en cuenta que el apiretal se puede encontrar en comprimidos o en jarabe.

El consumo de apiretal puede provocar diferentes efectos adversos en nuestro perro, sobre todo cuando se administra una dosis demasiado elevada que no va a conseguir metabolizar ni eliminar. Quizás el más destacado es el daño que se puede producir en el hígado y la destrucción de glóbulos rojos, lo que también acaba por comprometer el transporte de oxígeno. En concreto, en el hígado provoca lo que se conoce como citólisis hepatocelular, que es la destrucción de las células de este órgano. En los glóbulos rojos también se produce ese efecto, denominado hemólisis.

En los perros el apiretal puede provocar una pérdida del apetito y sintomatología gastrointestinal como los vómitos o el dolor abdominal, además de dificultades respiratorias, coloración amarillenta de las mucosas o ictericia, edemas o acumulación de líquidos, taquicardia o mucosas azuladas o cianosis. En los casos más graves se puede llegar a producir un shock. Estos signos clínicos se pueden presentan ya a las 4 horas después del consumo de apiretal y la muerte puede producirse en 2-3 días. Es imprescindible acudir al veterinario.

Hay que tener en cuenta que es relativamente sencillo que se produzca una intoxicación en el can, ya que la dosis que puede tolerar un perro es mucho más baja que la que nos funciona a los humanos. Un perro pequeño podría sufrir una intoxicación si le damos una pastilla de paracetamol. Pero no siempre la intoxicación se debe a una sobredosificación dada por el cuidador. En ocasiones, el perro ingiere el fármaco en su afán explorador. De ahí la importancia de guardar el botiquín fuera del alcance de los perros.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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