Animales de la Antártida y sus características

Las adaptaciones de los animales de la Antártida se rigen principalmente por dos reglas, la regla de Allen, la cual postula que los animales endodermos (los que regulan su temperatura corporal) que viven en climas fríos tienen las extremidades, las orejas, el hocico o la cola más reducidos para así minimizar las pérdidas de calor, y la regla de Bergmann, que establece que con la misma intención de regular las pérdidas de calor, los animales que viven en estas zonas tan frías tienen el cuerpo mucho más grande que las especies que viven en zonas templadas o tropicales. Por ejemplo, los pingüinos que viven en los polos son de mayor tamaño que los pingüinos tropicales.

Para poder sobrevivir en este tipo de clima, los animales están adaptados para acumular grandes cantidades de grasa bajo la piel, evitando pérdidas de calor. La piel es muy gruesa y, en aquellos animales que tienen pelo, este suele ser muy tupido, acumulando aire en su interior para crear una capa aislante. Este es el caso de algunos ungulados y osos, aunque no hay osos polares en la Antártida, ni mamíferos de estos tipos. Las focas también mudan.

Durante las épocas más frías del invierno algunos animales migran a otras zonas algo más cálidas, siendo esta una estrategia prioritaria en aves.

El pingüino emperador (Aptenodytes forsteri) vive en toda la costa norte del continente antártico, distribuyéndose de forma circumpolar. Esta especie ha sido clasificada como casi amenazada, ya que su población disminuye lentamente debido al cambio climático. Esta especie pasa mucho calor cuando la temperatura sube a -15 ºC.

Los pingüinos emperadores se alimentan principalmente de peces en el océano antártico, pero también pueden alimentarse de krill y cefalópodos. Tienen un ciclo de reproducción anual. Las colonias se forman entre marzo y abril. Como dato curioso sobre estos animales de la Antártida, podemos decir que ponen los huevos entre mayo y junio, sobre el hielo, aunque el huevo se coloca sobre las patas de uno de los progenitores para evitar que se congelen. A finales de año, los pollos se independizan.

El krill antártico (Euphausia superba) es la base de la cadena alimentaria en esta región del planeta. Se trata de un pequeño crustáceo malacostráceo que vive formando enjambres de más de 10 kilómetros de extensión. Su distribución es circumpolar, aunque las poblaciones más grandes se encuentran en el Atlántico Sur, cerca de la península antártica.

Los leopardos marinos (Hydrurga leptonyx), otros de los animales de la Antártida, se distribuyen por las aguas antárticas y subantárticas. Las hembras son más grandes que los machos, alcanzando los 500 kilogramos de peso, siendo este es el principal dimorfismo sexual de la especie. Las crías suelen nacer sobre el hielo entre noviembre y diciembre y se destetan con solo 4 semanas de edad.

Son animales solitarios, las parejas copulan en el agua pero nunca se han visto. Tienen fama por ser grandes cazadores de pingüinos pero se alimentan de igual manera de krill, otras focas, peces, cefalópodos, etc.

Las focas de weddell (Leptonychotes weddellii) tienen distribución circumpolar por todo el océano antártico. A veces, algunos individuos solitarios han sido divisados en la costa sudafricana, Nueva Zelanda o Sur de Australia.

Como en el caso anterior, las hembras de foca de weddell son más grandes que los machos, aunque su peso fluctúa drásticamente en la época de cría. Pueden criar en el hielo estacional o en tierra, lo que permite que se formen colonias, volviendo cada año al mismo sitio para criar.

Las focas que viven en el hielo estacional hacen agujeros con sus propios dientes para acceder al agua. Esto provoca un desgaste muy rápido de los dientes, acortando la esperanza de vida.

La presencia o ausencia de focas cangrejeras (Lobodon carcinophaga) en el continente antártico depende de las fluctuaciones de la zona de hielo estacional. Cuando las placas de hielos desaparecen, el número de focas cangrejeras aumenta. Algunos individuos viajan hasta el sur de África, Australia o América del Sur. A veces, se adentran en el continente, llegándose a encontrar un ejemplar vivo a 113 kilómetros de la cosa y a una altitud de hasta 920 metros.

Cuando las hembras de foca cangrejera van a dar a luz, lo hacen sobre una placa de hielo, estando en todo momento, madre e hijo, acompañados por el macho, que asiste el parto de la hembra. La pareja y la cría permanecerán juntos hasta pocas semanas después del destete del cachorro.

Otro de los animales de la Antártida, las focas de ross (Ommatophoca rossii) se distribuyen de forma circumpolar por todo el continente antártico. Suelen agregarse en grandes grupos sobre masas de hielo flotantes durante el verano para reproducirse.

Estas focas son las más pequeñas de las cuatro especies que encontramos en la Antártida, llegando a pesar tan solo 216 kilogramos. Los individuos de esta especie pasan varios meses en el océano abierto, sin acercarse al continente. Se juntan en enero, momento en el que mudan el pelaje. Las crían nacen en noviembre y se destetan con un mes de edad. Los estudios genéticos demuestran que es una especie monógama.

Imagen: www.earth.com

El petrel antártico (Thalassoica antárctica) se encuentra distribuido por toda la costa del conteniente, formando parte de la fauna de la Antártida, aunque prefiere las islas cercanas para anidar. En estas islas abundan los acantilados rocosos libres de nieve, donde nidifica esta ave.

El principal alimento del petrel es el krill, aunque también pueden consumir peces y cefalópodos.

Toda la fauna de la Antártida está ligada de una u otra manera al océano, no existe ninguna especie puramente terrestre. Otros animales acuáticos de la Antártida:

• Gorgonias (Tauroprimnoa austasensis y Digitogorgia kuekenthali)
• Pez plateado antártico (Pleuragramma antarctica)
• Patín estrellado antártico (Amblyraja georgiana)
• Charrán antártico​ (Sterna vittata)
• Pato petrel antártico (Pachyptila desolata)
• Rorcual austral o Minke antártico (Balaenoptera bonaerensis)
• Tiburón durmiente del sur (Somniosus antarcticus)
• Fulmar austral, petrel plateado o petrel austral (Fulmarus glacialoides)​
• Págalo subantártico (Stercorarius antarcticus)
• Pez caballo espinoso (Zanclorhynchus spinifer)

Según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), existen varios animales en peligro de extinción en la Antártida. Probablemente son más, pero no hay suficientes datos para determinarlo. Existe una especie en peligro crítico de extinción, la ballena azul antártica (Balaenoptera musculus intermedia), el número de individuos ha disminuido en un 97 % desde 1926 hasta la actualidad. Se cree que la población disminuyó de forma exagerada hasta 1970 a consecuencia de la caza de ballenas, pero que desde entonces se ha incrementado ligeramente.

Y 3 especies en peligro de extinción:

• Albatros ahumado​ (Phoebetria fusca). Esta especie estuvo en peligro crítico de extinción hasta el año 2012, por causas de la pesquería. Ahora se encuentra en peligro porque se cree, según los avistamientos, que el tamaño de la población es mayor.
• Albatros Real del Norte (Diomedea sanfordi). El albatros real de norte se encontraba en peligro crítico de extinción debido a unas fuertes tormentas acontecidas en la década de los 80, provocadas por cambios en el clima. Actualmente no hay datos suficientes, su población se estabilizó y ahora vuelve a disminuir.
• Albatros De Cabeza Gris (Talasarche chrysostoma). La tasa de disminución de esta especie es muy rápida durantes las 3 últimas generaciones (90 años). La causa principal de la desaparición de la especie es la pesca con palangre.

Existen otros animales en peligro de extinción que, aunque no viven en la Antártida, pasan cerca de sus costas en sus movimientos migratorios, como el petrel atlántico (Pterodroma incerta), el pingüino de Sclater o pingüino de las Antípodas (Eudyptes sclateri), el albatros de nariz amarilla índico (Thalassarche carteri) o el albatros de las Antípodas (Diomedea antipodensis).

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