Alimentación de la chinchilla

Las chinchillas son animales únicamente herbívoros y no granívoros, es decir que no comen granos ni semillas, por lo que su alimentación se basa principalmente en 3 componentes con sus correspondientes porcentajes:

• 75% de heno
• 20% de pienso (pellets) y mixturas de alimentos
• 5% de verduras y frutas

Además, hay que tener muy en cuenta que el aparato digestivo de estos roedores es muy delicado (la flora intestinal), por lo que si tenemos que introducirles un nuevo alimento en su dieta, habrá que hacerlo muy poco a poco para que se acostumbren adecuadamente. Asimismo, la motilidad intestinal de las chinchillas debe de estar continuamente activa para un correcto funcionamiento de su organismo.

A grandes rasgos, la correcta alimentación de las chinchillas debería estar compuesta por la siguiente dieta:

• 32% de hidratos de carbono
• 30% de fibra
• 15% de proteína
• 10% alimento húmedo
• 6% de minerales
• 4% de azúcar
• 3% de grasas saludables

Para que nuestra mascota tenga una dieta equilibrada, la alimentación de la chinchilla debe acercarse a estos valores. No obstante, hay que recordar que aparte de una alimentación adecuada, estos animales deben disponer de agua limpia y fresca las 24 horas y una jaula bien cuidada y aseada en la que poder vivir.

El heno supone el alimento base para estos roedores. Su porcentaje corresponde a un 75% de la alimentación total, debido a que se compone principalmente de fibra y celulosa. Estos elementos no pueden faltar en las comidas de las chinchillas, porque son los que el intestino de estos animales necesita para estar en continuo movimiento y además, para el desgaste progresivo de sus dientes ya que, al igual que pasa con otros roedores, los dientes de las chinchillas nunca paran de crecer. También existen algunos suplementos de calcio como piedras o bloques de calcio para que las chinchillas desgasten los dientes pero, por norma general, con la ingesta de heno ya es suficiente.

Para la correcta alimentación de las chinchillas, se recomienda suministrar diferentes tipos de heno para chinchillas, como el de diente de león, el heno de fleo, el de cardo mariano, o el de alfalfa, para que nuestra mascota adquiera todos los nutrientes que necesita en su organismo y además, no se aburra comiendo siempre lo mismo.

El pienso o los pellets (barritas de color verdoso generalmente) son también un elemento principal para la alimentación de las chinchillas. Lo más importante es que el pienso sea de calidad y adecuado para estos roedores, y no sea para otros animales como hámsteres o cobayas. Su porcentaje corresponde a un 20% en total, que puede dividirse en 15% de pienso de alta calidad o pellets, y un 5% de mixturas. Las mixturas son una mezcla de diferentes alimentos adecuados para las chinchillas, pero no debemos dárselas de comer como sustitutos del pienso, sino como un complemento que aportará otro nutrientes a sus organismo. Al igual que los pellets, las mixturas deben ser específicas para chinchillas.

La cantidad recomendada de pienso diario para chinchillas es de 30 gramos al día, es decir, un puñado pequeño diario. Pero este valor es aproximado y debe ser reconsiderado según las necesidades de nuestra mascota, ya sea porque tenga alguna enfermedad determinada o porque sea más pequeña o más adulta.

Las verduras y frutas constituyen el menor porcentaje de la alimentación de las chinchillas: solo un 5%. Y es que, a pesar de que son muy saludables y constituir una gran fuente de vitaminas y minerales para estos roedores, se recomienda una ingesta moderada, sobre todo de frutas, porque pueden producir diarrea y otras afecciones más graves. Una ración diaria de fruta o verdura bastará para cubrir las necesidades alimenticias de nuestra chinchilla.

Las verduras más recomendadas son aquellas de hoja verde, las cuales debemos limpiar y secar bien para poder dárselas a estos animales, como por ejemplo, las hojas de zanahoria, las de escarola, la rúcula, las acelgas, los canónigos, las espinacas, etc... De frutas en cambio, la más recomendada es la manzana, aunque podemos probar de darle de comer otras frutas que le gusten, pero mejor sin el hueso.

Los frutos secos sin sal son las golosinas de las chinchillas. Las pipas de girasol, las avellanas, las nueces o las almendras, son alimentos que les encantan a estos roedores, por lo que si quieres premiar a tu mascota de alguna manera, dale algún fruto seco y verás lo contenta que se pone. Eso sí, siempre con moderación, en cantidades muy pequeñas y cuidando de que la alimentación de tu chinchilla no se base solo en golosinas y/o premios.

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